La importancia del Chorro Polar en meteorología

El Chorro Polar tiene una importante función en la Troposfera: controla cada situación en cada zona del planeta. Sus numerosas ondulaciones alrededor de ambos hemisferios marcan notables diferencias y tipos de tiempo.

En numerosas ocasiones hablamos del Chorro Polar para explicar muchas situaciones meteorológicas, bien sea una situación de invierno o de verano. Y es que el Chorro Polar tiene una importantísima función en la Troposfera, y es controlar la circulación atmosférica alrededor de ambos hemisferios.

Antes de nada, es importante saber qué es exactamente, por qué existe este fenómeno, cómo se comporta y de qué manera puede llegar a afectarnos.

¿Qué es el Chorro Polar y qué lo produce?

El Chorro Polar es un “río de viento” a unos 12 kilómetros de altitud que, básicamente, se forma debido a la diferencia de temperatura entre las latitudes bajas y altas. Esa diferencia térmica entre latitudes forma una intensa corriente de vientos que, en algunas ocasiones -sobre todo en invierno-, se potencia y alcanza velocidades de más de 400-500 km/h.

Esos vientos extremadamente intensos en ningún caso llegan a afectar a la superficie terrestre, puesto que soplan entre los 10 y los 12 kilómetros de altitud. Sin embargo, en torno a él suelen viajar las borrascas, que sí pueden llegar a provocar vientos intensos a nivel del suelo, pero no se puede decir que sean los efectos del Chorro Polar.

Como curiosidad, cabe destacar que este río de viento es aprovechado por los aviones en vuelos intercontinentales, por ejemplo, desde Norteamérica hacia Europa, para ahorrar combustible y llegar antes.

El Chorro Polar marca la diferencia entre dos masa de aire

Otro aspecto importantísimo a destacar es que marca la diferencia entre dos grandes masa de aire: al norte de esta corriente encontramos aire frío de origen polar, mientras que al sur queda aire más cálido, de origen subtropical.

Debido a la gran cantidad de fuerzas que actúan en nuestra atmósfera, este río de viento gira de oeste a este constantemente de forma muy sinuosa alrededor de ambos hemisferios, generando numerosas ondulaciones en diferentes zonas del mundo.

-Las zonas en las que estas ondulaciones forman una “U” o “V” son denominadas vaguadas, y éstas albergan aire frío que desciende desde el norte, hacia latitudes más bajas. Son zonas de inestabilidad.

-Por otro lado, las zonas del Chorro Polar en forma de "∩" son denominadas dorsales, y éstas arrastran aire cálido desde el sur, hacia latitudes más altas. Son áreas en las que encontramos una región de altas presiones (un anticiclón), por tanto, suele predominar el tiempo estable.

¿Como se comporta y cómo nos influye?

Refiriéndonos siempre al Hemisferio Norte, y al clima en la Península Ibérica (latitudes medias), encontramos las siguientes dos situaciones principales:

-En invierno, la diferencia de temperatura entre el polo y las latitudes medias-bajas es bastante evidente, debido a que encontramos una atmósfera muy cálida en torno a las regiones tropicales, mientras que el polo es tomado por masas de aire muy frías, debido a las escasas -o nulas- horas de luz en la región ártica durante el invierno del Hemisferio Norte.

De este modo, el invierno es la época del año en la cual el Chorro Polar se encuentra más marcado y fuerte alrededor del hemisferio. Cuando hablamos de una situación de temperaturas frescas o frías, es cuando el Chorro Polar baja de latitud y quedamos del lado norte de dicha región de vientos intensos. Así, el aire cálido se queda al sur, mientras que el aire frío, procedente del norte, baja hasta afectarnos.

-En verano es todo lo contrario; la diferencia de temperatura entre las latitudes altas y medias-bajas es menor, ya que el aire frío circundante en torno al polo se destruye al aumentar las horas de luz. Por eso el Chorro Polar tiende a subir de latitud hacia el norte de Europa, dejando a todo el sur del continente bajo el dominio de anticiclones subtropicales, que aportan tiempo muy estable y caluroso.

Por otro lado, como ya se ha mencionado anteriormente, este río de viento se mueve de forma muy sinuosa alrededor del mundo, formando diversos meandros, como si de un río de tratara. Eso es lo que hace que en las latitudes medias tengamos un clima mucho más variable que en el resto de latitudes.

Nos vemos afectados constantemente por el paso de vaguadas y dorsales, que dejan situaciones meteorológicas muy diferenciadas, marcadas por tiempo estable y temperaturas más elevadas de lo habitual, seguido de otras en las que el tiempo es frío e inestable, sobre todo en las épocas de transición entre las dos grandes estaciones (que son el verano e invierno).