Badajoz, con la cara lavada y recién ‘peiná’

Tan pronto como amaneció, el servicio de limpieza de Badajoz se ha puesto a baldear la ciudad, para borrar cualquier rastro de los residuos dejados en las calles y en las plazas por las miles de personas participantes en los festejos carnavaleros pacenses.

A la gente del teatro no se le desea mucha suerte en sus actuaciones, sino mucha mierda. Parece ser que esta expresión tan curiosa proviene de cuando el público iba hasta el teatro a caballo o en coches tirados por caballerías. Los animales permanecían en los alrededores del lugar de la representación y dejaban su sello en el suelo. Así que mucha mierda indicaba que, afortunadamente, había habido muchas personas en el teatro.

Alguien pensará que, en consonancia, al Carnaval habría que decirle también mucha mierda o mucha basura o muchas bolsas y mucho plástico y cristales rotos en general. Pero hay una sutil diferencia entre ambas situaciones. Los caballos estaban enganchados al carro, o atados a la reja, y no podían acercarse a la papelera ni al contenedor, cosa que no ocurre con los carnavaleros.

Todo tiene arreglo. El servicio pacense de limpieza urbana ha reforzado el turno de la mañana para hacer frente al mar de plástico desparramado por jardines, plazas, calles, portales y soportales.

Los operarios de la empresa FCC (Fomento de Construcciones y Contratas) barren, friegan y limpian todo lo que dejó la noche de carnaval, para que Badajoz vuelva a parecer una ciudad y no un estercolero. No es el primer día ni tampoco el primer año que lo hacen, así que están entrenados y, en unas horas, Badajoz podrá asomarse al balcón de su Carnaval con la cara lavada y recién peiná, que cantaba Manolo Escobar, lista para continuar la juerga.