Bujía: ¿cuándo es el momento adecuado para cambiarla?

Mantener al día el mantenimiento del vehículo es una de las mejores formas de ahorrar combustible. En este contexto, uno de los elementos más importantes para el funcionamiento del motor son las bujías, que aseguran la quema de la mezcla aire-combustible en la cámara de combustión. Pero después de todo, ¿cuándo es necesario cambiar las velas del automóvil?

En primer lugar, es importante entender cómo funcionan las bujías. Estos componentes reciben el voltaje eléctrico generado por la bobina y lo convierten en una chispa -o chispa- de los electrodos. Es en este momento cuando comienza la quema de la mezcla aire-combustible en la cámara de combustión. Según el diseño del vehículo, las bujías pueden ir acompañadas o no de cables de bujía.

Cuando las bujías, los cables y las bobinas están en buen estado y la mezcla aire-combustible está en la proporción correcta -lo que hace la gestión electrónica del motor-, la combustión tiende a ser ideal, con la mayor eficiencia posible y el menor consumo de combustible.

Una de las dudas de los conductores es “¿cómo saber si la bujía del coche está mala?”. Las señales que pueden indicar problemas con las bujías y otros componentes del sistema de encendido del motor son fallas en la recuperación de velocidad, pérdida de potencia, ralentí oscilante y aumento del consumo.

¿CUÁNDO CAMBIAR LAS BUJÍAS DE UN COCHE?

Imagen tomada de euautorecambios.es

El estado de las bujías y de los cables de las bujías (si los hubiere) debe comprobarse en cada mantenimiento programado del vehículo, siguiendo siempre las recomendaciones del manual del vehículo. Si no hay recomendación expresa, la inspección del estado de las bujías debe realizarse cada 10 mil kilómetros o anualmente.

El periodo exacto de sustitución varía mucho entre cada tipo de motor y bujías (comunes o especiales). Si bien el manual brinda orientación sobre los intervalos de mantenimiento, la verificación periódica por parte del mecánico es fundamental para que se realice un reemplazo preventivo, antes de que el componente presente fallas que resulten en pérdida de rendimiento y aumento del consumo de combustible.

Según los fabricantes, la durabilidad de las bujías se define según las pruebas establecidas por las automotrices y puede variar, en promedio, entre 40.000 y 100.000 kilómetros. En motores con cables de bujía, deben reemplazarse juntos. Un cable de encendido dañado puede causar interferencias electromagnéticas y fugas de corriente, provocando fallas en las bujías.

Además del mantenimiento preventivo, los conductores pueden evitar problemas y el reemplazo temprano de bujías con especial cuidado: la calidad del combustible utilizado en el automóvil. Busque siempre gasolineras confiables al repostar, ya que la gasolina y el etanol adulterados pueden provocar la carbonización de los electrodos y reducir la vida útil de las bujías.

BUJÍA DEFECTUOSA

Cuando la bujía está desgastada, los síntomas son fallas en el arranque completo, lo que provoca un funcionamiento irregular del motor y la pérdida total del cilindro, lo que provoca sacudidas severas.

Aunque los fabricantes indican un rendimiento esperado para sus bujías, no se establece un intervalo de cambio recomendado. Para detectar si ha llegado al final de su vida útil, primero se debe retirar. Si encuentra depósitos negros en el electrodo o si el espacio entre los dos electrodos es demasiado pequeño, debe reemplazarlo.

Hay calibres de monedas especiales para bujías con los que se puede determinar el espacio con precisión de décima de milímetro. No es necesario cambiarlo si se decolora de beige a marrón oscuro. En este caso, la bujía se puede limpiar y ajustar nuevamente.

Reemplazo de bujías paso a paso

Necesitará las siguientes herramientas para la mudanza: manual del vehículo; llave de anillo o tuerca adecuada; o una llave de vela; o una llave dinamométrica con casquillo para bujía; un destornillador, si corresponde, y un paño.

Cambie o revise las bujías solo cuando el motor esté frío. De lo contrario, existe riesgo de quemaduras.

Paso 1: Abra el capó y localice las bujías. La posición exacta se indica en el manual. Si está protegido por una cubierta, retírela y déjela a un lado. Retire también el casquillo de la bujía y recuerde a qué cilindro pertenece.

Paso 2: Usando una tuerca de bujía, la llave de bujías o una llave inglesa (llave típica de tamaño 20,8), primero puede aflojar las bujías viejas y luego desenroscarlas a mano. Las bujías viejas no deben desecharse en la basura, sino que deben llevarse a su depósito de chatarra o planta de reciclaje local. Retire la suciedad gruesa de los orificios roscados con un paño.

Paso 3: Apriete a mano cada bujía en su orificio roscado correspondiente. Apriete ligeramente.

Paso 4: Ajuste el torquímetro con la tuerca de la bujía al par indicado por el fabricante y apriete la rosca hasta que quede firme o aplique la siguiente regla general:

– Si se trata de una bujía con junta tórica, gire la rosca otros 90° después de apretarla a mano.

– Para una bujía cónica sin junta tórica, gire la rosca 15° más después de apretarla a mano.

Paso 5: Reemplace los enchufes de las bujías.

Paso 6: ahora puede volver a montar la cubierta.

Paso 7: Arranque el motor con el capó abierto. Acelera unas cuantas veces y observa la reacción. Si el motor funciona sin interrupciones ni traqueteos, el cambio fue exitoso.