Concluye, sin éxito, la localización de fosas en el cementerio de Badajoz
2 de Noviembre de 2021
Han concluido los trabajos de campo de la primera fase del proyecto de localización y delimitación de los lugares de enterramiento de las víctimas de la represión franquista en el Dpto. 4 del Cementerio de San Juan de Badajoz.
Es un Proyecto técnico arqueológico y multidisciplinar que ha promovido la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX) en este cementerio.
Se trata de un camposanto que nunca antes había sido investigado de forma científica. El proyecto está subvencionado por el Ministerio de Memoria Democrática dentro de la Convocatoria de 2020 de subvenciones destinadas a actividades relacionadas con la recuperación de la memoria democrática y las víctimas de la Guerra Civil y de la Dictadura.
Los resultados preliminares de esta intervención no permiten descartar ni confirmar la presencia de los enterramientos asociados a las víctimas en la zona estudiada, pues para ello sería necesario el levantamiento de algunos de los depósitos óseos e inhumaciones hallados para poder, en primer lugar, practicarles un análisis antropológico forense completo y, por otro lado, examinar el terreno por debajo de los mismos y determinar de manera definitiva si en estas zonas sondeadas se hallan.
LOS TRABAJOS REALIZADOS
El área de intervención se ha ceñido a una concreta zona dentro del Departamento 4 del citado Cementerio de San Juan de Badajoz, en parte dentro del espacio del actual de homenaje de las víctimas de la Guerra Civil y posterior Dictadura, que actualmente constituye una zona ajardinada sin enterramientos señalizados en la cual se construyó por parte del Ayuntamiento de Badajoz en 1986 el monumento memorial que ocupa una posición central.
Esta zona está cruzada por dos caminos enlosados que confluyen en el centro, los cuales dividen el espacio en cuatro cuadrantes, habiéndose realizado cuatro sondeos o catas.
Partiendo de la escasa información documental historiográfica de la que se disponía de forma previa al comienzo del proyecto sobre los lugares exactos de enterramiento de las víctimas de la represión franquista, esta actuación se planteó como una primera fase de trabajo científico en la que se pretendía localizar y delimitar los diferentes espacios posiblemente utilizados con este fin dentro del Departamento 4 del Cementerio de San Juan Bautista, tanto para las víctimas a causa de la represión irregular de los primeros momentos, como aquellas que fueron ejecutadas a consecuencia de la justicia militar practicada a partir de febrero de 1937 y hasta 1949.
Así pues, los objetivos del proyecto se han centrado en dos cuestiones fundamentales:
en primer lugar, hacer una revisión completa del libro de enterramientos del cementerio entre los años 1936 y 1949, y otros documentos custodiados en el Archivo Municipal con el ánimo de encontrar datos más precisos sobre la ubicación de los enterramientos, como así ha sucedido.
En segundo lugar, analizar con metodología arqueológica diferentes puntos del Departamento 4 para conocer la estratigrafía del subsuelo y determinar los usos a los que ha sido destinado el terreno a lo largo del tiempo, determinando la presencia o ausencia de evidencias relacionadas con el enterramiento de las víctimas.
La intervención arqueológica ha consistido en la realización de varios sondeos o catas, por medios mecánicos y manuales, gracias a los cuales se han investigado otros tantos puntos del Departamento 4, lugar donde las fuentes escritas y orales consultadas ubican algunos de los enterramientos individuales y colectivos de este período.
Las dimensiones, orientación y profundidad de los sondeos han estado condicionadas por la naturaleza de las actividades humanas identificadas en ellos, por las propias características del terreno, así como por tratar de causar el mínimo impacto posible a las zonas ajardinadas y construidas.
Los trabajos arqueológicos han venido apoyados por el análisis antropológico in situ de los restos humanos que se han localizado, con el objetivo de identificar posibles signos de muerte violenta y corroborar si podían corresponderse con los cuerpos de las víctimas.
La intervención ha sido particularmente compleja al tratarse de un terreno que ha sufrido importantes modificaciones y cambios de uso a lo largo del tiempo (ochenta y cinco años), que han alterado la fisonomía de la zona, al tiempo que han eliminado las referencias espaciales que existían de los enterramientos de las víctimas que se hallan registradas en el libro del cementerio.
Ello viene a unirse a la dificultad inherente de tratar de localizar a un gran número de víctimas, producidas a lo largo de un proceso represivo muy dilatado en el tiempo (desde 1936 hasta 1949), "a lo largo del cual el patrón de asesinato y enterramiento fue variando mucho".
En todo este sector del cementerio se ha podido constatar el recrecido del terreno mediante el aporte de tierras, en algunos puntos de gran potencia, para su nivelación previa al ajardinamiento y construcción del Memorial en recuerdo de las víctimas. Bajo estos recrecidos, en los cuatro sondeos efectuados se ha constatado la existencia de importantes depósitos de restos óseos humanos en posición secundaria.
No obstante, para poder determinar con plena fiabilidad si tienen alguna relación con las víctimas de la represión franquista, sería necesaria una nueva intervención en una segunda fase en la que se procediera a la excavación y documentación completa de los contextos funerarios localizados y, en determinados casos, a su exhumación, lo que permitiría su estudio forense en laboratorio.
Toda vez que se tiene constancia, sobre la base de la documentación escrita, de que algunas de las víctimas sobre todo las procedentes de los consejos de guerra, fueron enterradas en ataúdes, por lo que no se puede descartar a priori su posible relación con las tumbas identificadas.
Por otro lado, en relación a los depósitos secundarios, tampoco se puede descartar por el momento que algunos de los restos que contienen puedan pertenecer a víctimas de la represión, puesto que sólo se han documentado de manera superficial y "desconocemos, en la mayoría de casos, la potencia total que tienen".
Todo ello partiendo de la base de que, dado el tiempo transcurrido desde los hechos y las numerosas reformas efectuadas en el cementerio a lo largo del tiempo, es factible que algunas de las fosas comunes donde se enterró a las víctimas pudieran ser afectadas y removidas posteriormente por la realización de nuevas sepulturas u obras para acometida de diferentes servicios del cementerio.
Por lo tanto, los resultados de esta intervención no permiten descartar ni confirmar la presencia de los enterramientos asociados a las víctimas en la zona estudiada, pues para ello sería ineludible el levantamiento de algunos de estos depósitos óseos e inhumaciones para poder, en primer lugar, practicarles un análisis antropológico forense completo y, por otro lado, examinar el terreno por debajo de los mismos y determinar de manera definitiva si en estas zonas sondeadas se hallan las fosas de la represión a las que alude la documentación escrita conservada.
Por último, la intervención ha servido para conocer las características del subsuelo de esta zona y poder plantear las necesidades técnicas que requeriría la segunda fase del proyecto de localización y de un eventual proyecto de exhumación en este área del cementerio.
El equipo técnico que se ha hecho cargo de esta tarea tiene la máxima cualificación, así como una gran experiencia contrastada en este tipo de actuaciones en proyectos similares, habiendo seguido la intervención técnica conforme a los protocolos científicos reconocidos y acreditados en este ámbito.
Recuerdan que este proyecto se basa en los principios fundamentales del derecho a la verdad, la justicia, la reparación y el obligado deber de memoria para que no se repitan hechos similares, poniendo a las víctimas y familiares en el centro del foco de este proceso.
"Pretendemos con ello recordar a los represaliados olvidados durante tanto tiempo para reparar siquiera sea moralmente a las familias que durante años han venido reclamando esta investigación científica, fomentando con ello valores democráticos y de los derechos humanos, propios de una sociedad como la nuestra en pleno siglo XXI".
"En cualquier caso, el reconocimiento a las víctimas del franquismo es ante todo un deber ético de nuestra sociedad, al que no podemos dar la espalda. Es una cuestión de dignidad, de derechos humanos y una deuda ineludible que como comunidad debemos atender sin ambages", apostillan.
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