Extremeños en Catarroja, el pueblo al que aún no ha llegado ni Ejército, ni Policía, ni Guardia Civil

Catarroja se encuentra en plena ‘zona cero’ de la DANA que ha asolado Valencia. Y a este municipio, en el que convive una gran comunidad de ciudadanos con raíces extremeñas, aún no ha llegado de forma organizada ni el Ejército, ni la Policía, ni la Guardia Civil.

Así lo ha confirmado Mari Herrojo a 7Días, una de las personas que emigraron desde Extremadura hace décadas y a la que le ha tocado vivir en primera persona la crecida del agua hace ya una semana.

LA TRÁGICA NOCHE EN CATARROJA

Mari venía de trabajar y hacer algunos recados la tarde del martes 29. El cielo estaba muy negro. Hacía mucho aire y ya se oía el murmullo y los primeros chillos a lo lejos. Sentía que algo ocurría, la sensación era extraña, pero no se imaginaba lo que estaba a punto de vivir.

En esos instantes ya había agua, aunque no sobrepasaba aún a los bordillos. Por ello decidió intentar quitar el coche, porque hablamos de una zona en la que suele llover y es costumbre llevar los vehículos a otros puntos más altos. Lo que no podía saber es que en apenas unos minutos la crecida iba a cubrir sus rodillas.

LA ALERTA LLEGÓ TARDE A SUS TELÉFONOS

“La gente empezó a gritar: ¡corred, corred!”, comenta. Al momento de subir a casa, se fue la luz. “Llamábamos al 112, pero no nos atendía nadie”. Después se cortó la línea y optaron por las redes sociales hasta que finalmente quedaron completamente incomunicados.

En esta noche no durmieron nada, todos estuvieron asomados al balcón por si alguien necesitaba ser auxiliado, como por ejemplo dos ancianos que tuvieron que ayudar antes de que murieran ahogados.

Deja claro que la alerta no llegó a sus teléfonos hasta las 20:20 horas, cuando ya era de noche y estaba todo inundado.

UNA SEMANA DESPUÉS, SIN NOTICIAS DE LAS FFCCSE

Una semana después, todavía no ha aparecido la UME, ni la Policía, ni la Guardia Civil de forma organizada, según afirma Mari a este medio. Durante los primeros días, amigos, familiares y ciudadanos de otras provincias de todo el país fueron quienes les mantuvieron, y hasta el quinto día no llegó comida en abundancia. También han estado bomberos, precisamente del Ayuntamiento de Badajoz, del CPEI y del SEPEI.

No saben a qué esperan las Administraciones para actuar: “Si no fuera por los voluntarios nos morimos de hambre, no ha quedado ni una tienda y no teníamos nada, han sido nuestra salvación”. Ellos mismos han apartado los coches, materiales y barro de la calzada.

Estos extremeños, muchos de ellos provenientes de Trasierra, en plena comarca de la Campiña Sur en la provincia de Badajoz, agradecen enormemente los alimentos y enseres que están recibiendo, pero aún queda mucho trabajo y esto no va a durar solo unos días.

Para volver a la normalidad queda mucho. Hay familias que aún no tienen luz y muchos no se han duchado con agua caliente hasta esta misma semana: “Ha arrasado prácticamente con todo el pueblo, esto es peor que la guerra”.