La Guardia Civil desmonta una banda del tocomocho asentada en Talayuela (Cáceres)

El timo del ‘tocomocho’ y su primo hermano del de ‘la estampita’ son más antiguos que el ‘andar para atrás’, pero siguen funcionando como el primer día.

La Guardia Civil acaba de cerrar una ‘universidad del tocomocho’ que tenía su sede en Talayuela (Cáceres).

En esta vida, cambia la moda, el clima, la moralidad, pero la avidez por ganar dinero rápido y fácil engañando al prójimo permanece inalterable.

De eso se aprovechan los timadores y por eso siguen funcionando timos como el de ‘la estampita’ y ‘el tocomocho’. Los timadores de Talayuela lo saben bien.

IGUALES PERO DISTINTOS

En el timo ‘del tocomocho’, el estafador quiere desprenderse de un boleto o décimo de la lotería supuestamente con premio porque debe ausentarse y no podrá cobrarlo. Así que lo pone en venta por mucho menos dinero del premio que asegura corresponderle. Otro estafador u estafadora, que hace de ‘gancho’, corrobora la versión del primero y entre los dos convencen a la víctima de que le dé todo lo que pueda, y más si fuera necesario, al poseedor del boleto premiado.

Una vez conseguido el dinero, vuelan tanto los estafadores como el premio, dejando a la víctima confundida, avergonzada, humillada y, por supuesto, sin dinero.

En ‘la estampita’, ‘el tonto’ o ‘la tonta’ llama estampitas a los billetes de curso legal y los tira porque tiene muchos. En este caso, ‘el gancho’ convence a la víctima de que, antes de que sufra un engaño y le quiten los billetes, ellos se queden con las ‘estampitas’ que aquella persona infeliz no sabe valorar.

Dicho y hecho. La víctima da todo lo que tiene y los estafadores huyen. Al final, lo que la víctima creyó que era un fajo de billetes sólo son recortes de papel. La víctima estaba dispuesta a estafar al de las ‘estampitas’ y ‘el tonto’ la ha estafado a ella.

POR TODA ESPAÑA

Los estafadores de Talayuela han recorrido España con este viejo arte, estafando aquí y allá. Y, tal vez para no desaprovechar los viajes, completaban sus golpes con otras actividades delictivas. Agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Salamanca han terminado con sus andanzas.

El grupo de Talayuela estaba integrado por P.C.P, de 42 años; R.C.P, de 36; y J.J.G.A, de 28 años, todos ellos de nacionalidad española y detenidos en Ávila

Como suele ocurrir con la inmensa mayoría de estos timadores, estaban especializados en estafar a personas mayores. Se valían para ello del ‘tocomocho’, del décimo supuestamente premiado.

Aunque podrían ser bastantes más, la Guardia Civil les atribuye la realización de ocho estafas y robos en Badajoz, la ciudad de Salamanca, León, Gijón y Santa Marta de Tormes.

También se les acusa de tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. Al parecer tenían una plantación de marihuana y 28 kilogramos de esta droga. Los agentes realizaron registros domiciliarios en Talayuela, localidad en la que residían los detenidos y donde han encontrado objetos robados, dinero, armas de fuego y droga.

La operación sigue en marcha. Se trata, según la Guardia Civil, de un grupo muy peligroso que además de engañar recurría a la presión y hasta a la violencia para despojar a sus víctimas del botín.

En sus desplazamientos, los timadores utilizaban vehículos matriculados y asegurados a nombre de otras personas, para que no pudieran ser relacionados con ellos.