Los pacientes suspenden a Vergeles y el PP le pide reaccionar ante el deterioro de la sanidad

La portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Popular (GPP), Elena Nevado, ha afirmado que los usuarios del Servicio Extremeño de Salud suspenden al consejero Vergeles en su gestión al frente de la Consejería de Sanidad, como acredita el informe de la Defensora del Usuario del SES correspondiente a 2021. Asimismo, Nevado ha pedido al consejero que haga un “mínimo de autocrítica para reaccionar” ante el deterioro de la atención sanitaria en la región, que se refleja en el aumento de reclamaciones en todas las áreas.

Elena Nevado ha aseverado que Vergeles “ha devaluado la sanidad” y lo ha hecho precisamente en un momento crítico para muchos pacientes, que han visto cómo, en plena pandemia y cuando “se necesitaba una mayor sensibilidad y más recursos” para responder a sus necesidades, han recibido una respuesta sanitaria insuficiente que ha agravado muchas patologías anteriores o no han obtenido la respuesta inmediata que exigían cuando recurrieron a la sanidad pública extremeña.

La portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Popular ha manifestado que esta realidad es constatable, no es una interpretación subjetiva, es que es la propia defensora del paciente la que está certificando que desde que Vergeles es consejero las reclamaciones y solicitudes de respuesta se han incrementado “sustancialmente”. De hecho, sólo de 2020 a 2021 en materia de reclamaciones de pacientes, se ha dado un incremento del 38% pasando de 1.470 a 2.021 reclamaciones en la comunidad autónoma.

El problema, como ha asegurado Elena Nevado, es que el consejero de Sanidad niega la mayor sistemáticamente, pero el “relato” no puede “acabar con el dato”, y tiene que explicarnos cómo, bajo su mando, uno de los motivos más reclamados fue, de nuevo el pasado año, el malestar por las listas de espera y las citaciones. Este hecho acapara el 63% de las reclamaciones a la defensora del usuario, pasando de los 891 casos del ejercicio 2020 a los 1.279 de 2021.

El GPP ha insistido en que el gobierno socialista no puede “sacar pecho” cuando un 44% más de pacientes extremeños se sienten desamparados porque consideran excesivo el tiempo que tardan en recibir atención sanitaria, sin entrar a analizar si se trata de fallos por citación o consecuencias de las listas de espera. Lo llamativo es que este aumento de las reclamaciones no es aislado, es que se produce “en todas y cada una de las áreas de salud”, ha recalcado la portavoz.

ABANDONO DEL MUNDO RURAL

Elena Nevado ha denunciado que el abandono de la gestión sanitaria en el mundo rural se ha reflejado en este informe de forma más que evidente, y es que se aprecia cómo los ciudadanos que habitaban en municipios rurales de menos de 50.000 habitantes reclamaron más que los que vivían en núcleos urbanos de mayor población. Para el PP, esto evidencia lo que se venía denunciando sistemáticamente, y es que el covid ha sido una excusa para desmontar “sigilosa, pero imparablemente” la atención primaria y presencial en muchos pueblos.

Concretamente, en la atención primaria, que Nevado ha calificado como un eje fundamental del sistema sanitario público, han aumentado un 12% las reclamaciones con respecto al año 2020, y el informe de la defensora del usuario explica que se debe principalmente a problemas de organización; pero aparecen también los problemas con la accesibilidad relacionados con la atención telefónica y las citaciones. “No se puede convertir la atención personalizada en un ‘call center’ de buenas a primeras”, ha argumentado la portavoz.

Por último, en lo relativo a la demora en las pruebas diagnósticas/terapéuticas, Nevado ha subrayado que el aumento de las reclamaciones es exponencial: un 80% respecto al ejercicio anterior; en cuanto a las intervenciones quirúrgicas, ha puesto el foco en que crecen un 22%, seguidas por las solicitudes para primeras consultas a especialistas, que se han incrementado un 20%. Por todo ello, Nevado ha instado a Vergeles que reconozca la situación real, la que viven los pacientes, para cambiar el “mal rumbo” que ha fijado en la sanidad de Extremadura.