¿Qué es un golpe de calor, cómo se nota y qué primeros auxilios exige?
4 de Julio de 2018
El golpe de calor, también denominado insolación, es un trastorno ocasionado por el exceso de temperatura corporal, a partir de los 40 grados centígrados, debido a la exposición prolongada a altas temperaturas o al esfuerzo físico realizado en un ambiente de temperatura elevada.
El golpe de calor es más frecuente en los meses de verano y puede causar lesiones muy graves. Cuando las personas afectadas son mayores o tienen complicaciones de salud, el golpe de calor puede ocasionar su fallecimiento hasta en el 70% de los casos. Por ello requiere tratamiento con urgencia, pues puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves hasta originar la muerte.
SÍNTOMAS
Algunos de los síntomas del golpe de calor son: temperatura corporal elevada, de 40 grados centígrados o más; alteración del estado mental o del comportamiento, lo que puede hacerse evidente a través de la desorientación, como en el caso que acaba de producirse en Villarta de los Montes (Badajoz); además de confusión, el golpe de calor puede originar agitación, problemas de dicción, irritabilidad, delirio, convulsiones y hasta el coma.
En el golpe de calor causado por un clima caluroso la piel se siente caliente y seca al tacto. En cambio, en el golpe de calor producido por el ejercicio extenuante, la piel puede sentirse seca o ligeramente húmeda.
Las personas afectadas por un golpe de calor pueden sentir náuseas e incluso vomitar. La piel puede enrojecerse a medida que aumenta la temperatura corporal. También es posible que la respiración se vuelva rápida y poco profunda.
La frecuencia cardíaca se acelera durante el golpe de calor. El pulso puede aumentar considerablemente, debido a que el estrés por calor impone una enorme carga en el corazón para ayudar a enfriar el cuerpo.
El golpe de calor también ocasiona dolor de cabeza, que parece como si latiera de forma extraña.
PRIMEROS AUXILIOS CONTRA EL GOLPE DE CALOR
Si hay señales de que una persona esté sufriendo un golpe de calor, se debe buscar ayuda médica inmediatamente. Si la persona afectada está lejos de un punto de atención sanitaria (consultorio médico, hospital, puesto de socorro, etcétera), se debe llamar al 112 comunicando la situación.
Es necesario tomar medidas rápidamente para enfriar a la persona afectada, mientras se espera la llegada del personal sanitario.
Es muy importante colocar a la persona a la sombra y quitarle el exceso de ropa, si lo tuviese.
Para enfriar a la persona se puede recurrir a cualquier medio disponible: colocándola en una bañera con agua fría o dándole una ducha de agua fresca; rociándola con una manguera de agua; refrescándola con una esponja empapada en agua fresca; abanicándola mientras se rocía sobre ella agua fresca; o colocándole compresas de hielo o toallas húmedas y frías sobre la cabeza, el cuello, las axilas y las ingles.
¿QUÉ CAUSA EL GOLPE DE CALOR?
Se puede sufrir un golpe de calor por estar demasiado tiempo en un ambiente excesivamente caluroso. Es lo que se denomina ‘insolación sin realizar esfuerzo’. Con frecuencia, este tipo de insolación se sufre después de haber estado expuesto a un clima húmedo y caluroso durante mucho tiempo. Ocurre con mayor frecuencia en personas mayores y en las que padecen enfermedades crónicas.
Hay otro tipo de insolación, la causada por la realización de un esfuerzo intenso en un ambiente caluroso. Cualquier persona que se ejercite o que haga actividades en un clima caluroso puede sufrir un golpe de calor por esfuerzo, pero es más probable que ocurra si no está acostumbrada a desenvolverse en una situación de temperaturas elevadas.
En ambos casos, el golpe de calor pueden desencadenarlo circunstancias como usar demasiada ropa, evitando que el sudor se evapore fácilmente y enfríe el cuerpo; beber alcohol, que puede afectar la capacidad del organismo de regular la temperatura; y deshidratarse al no beber suficiente agua para recuperar los líquidos que se pierden al sudar.
FACTORES DE RIESGO
Cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, pero aumentan el riesgo de padecerlo circunstancias como:
La edad. La capacidad para afrontar el calor extremo depende de la fortaleza del sistema nervioso central. En los niños, el sistema nervioso central no está plenamente desarrollado y, en los adultos de más de 65 años, comienza a deteriorarse, lo que hace que el organismo sea menos capaz de afrontar los cambios de temperatura corporal. Estos dos grupos suelen tener dificultades para permanecer hidratados, lo que también aumenta el riesgo.
El esfuerzo realizado en clima caluroso, tanto si es de origen laboral o por actividades de ocio.
La exposición repentina a un clima caluroso. Por ejemplo, una ola de calor al principio del verano o un viaje a una zona con temperaturas más altas. Lo mejor es aclimatarse poco a poco.
Calor en lugares cerrados. Durante el verano, los abanicos y ventiladores alivian el calor, pero el aire acondicionado es el sistema más efectivo para bajar la temperatura y reducir la humedad.
Algunos medicamentos afectan a la capacidad del organismo de mantenerse hidratado y de responder al calor. En el clima caluroso, se debe tener mucho cuidado con los medicamentos que estrechan los vasos sanguíneos (vasoconstrictores), los que regulan la presión arterial al bloquear la adrenalina (betabloqueantes), los que hacen que el cuerpo expulse sodio y agua (diuréticos) o los que reducen los síntomas psiquiátricos (antidepresivos o antipsicóticos).
Los estimulantes para el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y los estimulantes ilegales, como las anfetaminas y la cocaína, también pueden hacer que quienes los toman sean más vulnerable a un golpe de calor.
Algunas enfermedades crónicas, como las cardíacas o las pulmonares, pueden aumentar el riesgo de sufrir un golpe de calor. La obesidad, el sedentarismo y los antecedentes de golpes de calor también aumentan el riesgo.
COMPLICACIONES
Según el tiempo que dure la temperatura corporal alta, el golpe de calor puede producir complicaciones graves como:
Daño a órganos vitales. Sin una respuesta rápida para bajar la temperatura, el golpe de calor puede hacer que el cerebro y otros órganos vitales se hinchen, lo que podría causar un daño permanente.
Muerte. Sin tratamiento rápido y adecuado, el golpe de calor puede ser mortal.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Para evitar el golpe de calor se puede tomar medidas como las siguientes:
Usar una vestimenta holgada y liviana. Llevar demasiada ropa o muy ceñida no permite que el cuerpo se enfríe de forma adecuada.
Protegerse contra las quemaduras solares. Las quemaduras solares afectan la capacidad del cuerpo para enfriarse, por lo que usar un sombrero de ala ancha y gafas de sol y utilizar un protector solar de amplio espectro, con un factor de protección solar de 15 o más, resulta útil. El protector solar debe aplicarse generosamente cada dos horas y con mayor frecuencia si se nada o se suda abundantemente.
Beber agua o zumos para conservar la hidratación ayuda a sudar y a mantener una temperatura normal.
Hay que prestar atención a los problemas relacionados con el corazón si se toman medicamentos que afecten la capacidad del cuerpo para permanecer hidratado y disipar el calor.
No permanecer jamás dentro de un automóvil estacionado. Esta es una causa frecuente de muerte asociada al corazón en niños. Al sol, la temperatura en el automóvil puede elevarse casi 7 grados centígrados en 10 minutos.
Ni siquiera es seguro dejar a una persona en un automóvil estacionado en clima templado o caluroso, incluso si las ventanillas están abiertas o el vehículo está a la sombra. Cuando el automóvil está estacionado, hay que mantenlo cerrado para impedir que entre en él algún menor.
Si durante los momentos más calurosos del día no se pueden evitar la realización de actividades extenuantes en clima caluroso, hay que beber mucha agua y descansar con frecuencia en lugares frescos. Conviene programar la realización de las tareas que exigen ejercicio físico para los momentos más frescos del día, ya sean de la mañana o de la noche.
Se debe limitar el tiempo que se pasa trabajando o haciendo ejercicios en una situación de calor hasta que se haya producido una aclimatación para hacerlo sin demasiado riesgo. Las personas que no están acostumbradas al clima caluroso son especialmente propensas a padecer enfermedades relacionadas con el corazón. El cuerpo puede tardar varias semanas en adaptarse al clima caluroso.
Si se tienen problemas cardiacos, es necesario evitar el calor, y actuar rápidamente si hay síntomas de exceso de calor. Al participar en una actividad deportiva extenuante en clima caluroso, hay que asegurarse de que haya servicios médicos en caso de una emergencia a causa del calor.
Datos recopilados de una publicación de Mayo Clinic.
Noticias relacionadas
Comenta esta noticia
A Fondo