Reclaman alejar a menores de la caza tras el accidente mortal en Badajoz
18 de Diciembre de 2022
La Fundación ‘Franz Weber’ ha alertado sobre la necesidad de modificar la normativa extremeña con el objetivo de prevenir nuevos accidentes de caza como el ocurrido este sábado en una finca de Valencia de las Torres, donde un cazador ha fallecido a consecuencia de un disparo.
Los naturalistas señalan que la actual Ley de Caza data de 2010 y en la misma no existen medidas para evitar la presencia de menores, que con cualquier edad pueden asistir y acompañar a adultos en sus actividades cinegéticas, estando expuestos a idénticos riesgos.
Además, la misma norma permite obtener una licencia de caza desde los 14 años, siendo un contexto de especial exposición a accidentes, disparos negligentes, caídas o reacciones de animales heridos.
De acuerdo con las estadísticas facilitadas por la Guardia Civil en el periodo 2007-2020 se produjeron en Extremadura decenas de incidentes durante cacerías, resultando un total de 46 víctimas que se dividen en 6 fallecimientos, 20 lesionados graves y 20 lesionados leves.
Con estos antecedentes FFW considera que las autoridades autonómicas deberían haber tomado nota, pero es al revés, han denunciado que la Junta abre las puertas de los colegios a pseudoprogramas educativos para adoctrinar a la población escolar en las supuestas bondades de la caza cuando Extremadura es uno de los territorios con más accidentes de caza.
MEDIDAS ADICIONALES: TASA CERO DE ALCOHOL
Con la temporada de caza en marcha y niños acompañando a adultos, los naturalistas insisten en denunciar que las administraciones públicas ignoran deliberadamente el consumo de bebidas alcohólicas que se da en estos contextos, señalando que la única tasa aceptable mientras se portan armas debería ser cero.
En este sentido mencionan un reciente informe del Senado de Francia cuya principal propuesta es prohibir estos consumos a los cazadores alertando sobre el número de víctimas y heridos que provoca la actividad en el país vecino.
UN PELIGRO MULTIFACTORIAL
FFW señala que la caza en estas condiciones es un peligro para la Naturaleza, para la biodiversidad y para cualquier persona que participe en las batidas o que sea ajena a las mismas. Así, ponen como ejemplo las víctimas causadas por escopeteros que afirman “haberse confundido” al disparar.
Si un individuo es incapaz de reconocer a un jabalí, corzo o zorro con sus capacidades volitivas supuestamente adecuadas, estando bebido o drogado los riesgos se multiplican de manera exponencial, concluyen.
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