RENFE bajará precios porque el nuevo tren extremeño seguirá retrasándose

La consejera de Movilidad Transporte y Vivienda, Leire Iglesias; la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez; y el presidente de Renfe, Isaías Taboas, han comparecido esta mañana para ofrecer una explicación a lo que está ocurriendo con el nuevo tren extremeño.

Como ya informó 7Días, Iglesias exigió el jueves soluciones inmediatas ya que era “absolutamente indecente e inaceptable” lo que estaba ocurriendo. Para ella la normalidad es que los trenes sean fiables y funcionen correctamente, algo que no ha pasado durante estos cuatro días.

Desde la Junta han trasladado que la confianza está muy mermada y aseguran haber hecho una advertencia clara a los responsables.

La presidenta de ADIF ha explicado que ha habido cuatro incidencias concretas que han provocado retrasos significativos: tres en agujas en los aparatos de desvíos y otro en la acometida eléctrica.

Como el sistema está preparado para garantizar la seguridad, en el momento en el que no puede comprobarse un itinerario la máquina coge otro y, si tampoco puede comprobar ese, se para y continúa a una velocidad menor.

Ya se han reforzado las brigadas y el personal de mantenimiento para intentar solventar los incidentes que puedan surgir. En estos momentos hay 54 personas y está previsto que sean más de 100.

“Somos muy conscientes de las molestias que esto provoca, incidencias que en los ajustes de los primeros días de la entrada en servicio de cualquier día ocurren. De forma excepcional es cierto que se han acumulado, pero con este refuerzo esperemos que no se vuelva a repetir”, ha expresado.

PROBLEMAS CON LOS ALVIA

Isaías Taboas ha indicado que no están cumpliendo el compromiso que adquirieron con los extremeños porque han detectado un problema en los trenes Alvia. “Son de lo mejor que tenemos en la flota y llevan años circulando por otras vías de España”, ha asegurado, pero esta vez al ponerlos en servicio han detectado una anomalía que provoca que el tren no se pare pero disminuya la velocidad notablemente.

Al parecer el sistema se sobrecalienta y se produce esa reducción automática. La anomalía no se detectó en el periodo de prueba ni en todos los años que llevan funcionando, ha aseverado.

Es por ello que están estudiando un pequeño ajuste en los tiempos de viaje que comunicarán a los ciudadanos a la mayor brevedad posible. Es decir, los clientes conocerán cuánto se van a retrasar los trenes.

Además, como no pueden cumplir su parte del “contrato”, modificarán las tarifas y habrá una reducción del 50% del precio mientras dure el problema.