El tren hacia Extremadura deja tirados a 50 pasajeros, entre ellos un bebé de 6 meses

Este lunes desde 7Días nos hacíamos eco de la experiencia vivida por Patricia, una joven de 33 años que debía haber cogido un tren en Atocha con destino Extremadura. Un tren que nunca salió, y cuya historia ha vuelto a repetirse este miércoles.

Sólo dos días después, 50 pasajeros, entre los que se encuentra un bebé de 6 meses, han vuelto a sufrir los estragos de la DANA. Según Renfe, esta ha sido la razón por la que el tren no ha podido partir de Madrid.

Un tren que debía iniciar su trayecto a las 16:38 horas de esta tarde y que ha sido sustituido por un autobús que ha partido a las 16:35 horas hacia Extremadura.

DESOLADOS Y SIN INFORMACIÓN

Los viajeros han llegado a la estación de Navalmoral de la Mata, lugar en el que supuestamente les esperaría un medio de transporte para llevarle a sus destinos, pero tampoco ha sido así. 

Los paneles informativos mostraban diferentes retrasos en el transporte ferroviario, y los trabajadores de la estación no han logrado propiciar una información firme a los viajeros pues no tenían conocimiento de la situación.

Además de desconocer en qué transporte serían destinados, no han logrado acceder a las instalaciones de la cafetería para paliar la larga espera ya que estaba cerrada.

Una de las afectadas, Sheila Barroso, ha trasladado a 7Días que "nos encontramos tirados de la mano de Dios" y que la situación es "surrealista".

Han intentado contactar en varias ocasiones con el teléfono de atención al viajero, pero no funciona, y otro de los teléfonos operativos no contacta directamente con una persona sino con un contestador automático.

La desesperación de los pasajeros pasa por desconocer desde el primer momento qué está sucediendo, ya que ni siquiera en Atocha ningún trabajador de Renfe les asistía para coger el autobús hacia la región extremeña. Ha sido el conductor del autobús el que les ha informado de que habría un autobús en la estación de Navalmoral, hecho que finalmente no ha sucedido.

Lamentablemente, los extremeños continúan siendo los grandes damnificados por los estragos de este tren.