Se cae a cachos esperando que la Justicia haga justicia

‘Pleitos tengas y los ganes’ y ‘albañiles veas por tu casa’ son dos populares maldiciones que encajan perfectamente en lo que les ocurre a las personas propietarias del edificio Rivilla número 7, perteneciente al grupo Pardaleras en Badajoz.

Se trata de ocho familias que llevan años sin poder vivir en sus pisos, de los que tuvieron que salir debido a que el inmueble sufrió peligrosos daños en los cimientos y puede venirse abajo.

Ocho familias que ganaron un pleito, pero la sentencia que obliga a reconstruir el edificio no se ejecuta. ‘Pleitos tengas y los ganes’.

Como la sentencia no se ejecuta y la parte condenada, la empresa Aqualia, que gestiona la red pública de agua potable en Badajoz, no rehabilita el edificio, la comunidad de vecinos decidió hacerlo por su cuenta. ‘Albañiles veas por tu casa’.

“Lo único que nosotros queremos es rehabilitar el edificio y que todo esto termine’, afirma Margarita Giraldo, propietaria de una de las viviendas, en declaraciones a 7Dias.

CASI UN CUARTO DE SIGLO

Todo esto es un problema que comenzó 21 años atrás, casi un cuarto de siglo. La comunidad de vecinos se dio cuenta de que su edificio, situado entre el cauce del Rivillas, el parque de la Legión y la plaza de Toros, tenía problemas en la cimentación. Los problemas están bastante hondos, a cinco metros bajo el suelo.

Los propietarios buscaron el origen y encontraron que, desde hacía años, los cimientos del inmueble habían sido deteriorados por el agua de una tubería a presión. Analizaron el agua y comprobaron que procedía de la red de suministro público que gestiona la empresa Aqualia.

El asunto terminó en los tribunales. La Justicia condenó a Aqualia a restaurar el edificio devolviéndolo a su estado original. No lo ha hecho. Se ha limitado a depositar el dinero (560.000 euros) que calcula cuesta la reparación.

La comunidad de propietarios está dispuesta a afrontar las obras. Para ello encargaron un proyecto al estudio de arquitectos de Ángel y Víctor Ganivet. Desde que se emitió la sentencia el edificio no ha dejado de deteriorarse y el proceso continúa en marcha “en grietas donde antes cabía una hoja de papel ahora entra una mano”, el coste de su rehabilitación asciende a 824.000 euros.

Al presentar la propiedad este proyecto y su correspondiente coste en el juzgado, la juez decidió encargar un nuevo proyecto de rehabilitación (36.000 euros cuesta) antes de aceptar que se reparase el inmueble por esos 824.000.

Un coste que no incluye ni lo que llevan años pagando los propietarios por tener que vivir de alquiler en otros inmuebles, ni la pérdida de enseres que les supuso el desalojo del edificio dañado.

No obstante, a pesar de los años y la lentitud -la justicia tardía no es justicia- que en ocasiones roza con la inoperancia del sistema judicial, la comunidad de propietarios no se viene abajo.

“Ahora, los ánimos están un poco más levantados. Después de 21 años, puede que estemos en la recta final. Tenemos estudios muy buenos, realizados por grandes profesionales y el edificio se tiene que arreglar. No hay otra solución”, afirma Margarita Giraldo.

Se debe arreglar, entre otras cosas, porque no es un inmueble aislado, sino que comparte cimentación, “son cimientos corridos”, con los edificios colindantes, lo que impide construir otro inmueble sobre el solar, asegura una de las fuentes consultadas por 7Dias.

Mientras llega esa anhelada rehabilitación, el edificio Rivilla 7, del grupo Pardaleras, además de deshabitado está apuntalado, para evitar que se derrumbe y cause alguna desgracia.

La comunidad de propietarios ha pedido a una empresa especializada en el sostén de fachadas que estudie si, por seguridad, es necesario tomar más medidas de apuntalado para que no se caiga el revestimiento.

También está intentando suscribir un seguro de responsabilidad civil, para cubrirse ante los daños que pueda causar el progresivo deterioro del inmueble. Las mismas fuentes afirman que, por ahora, no han encontrado una aseguradora dispuesta a venderle un seguro.