Así será la inminente subida del pollo de cara al año que viene
El pollo es un alimento básico en nuestra dieta que puede convertirse en un plato de lujo si finalmente se pone en marcha la nueva ley de bienestar animal. Esta nueva normativa obliga a los granjeros a reducir un 30% la superficie de sus granjas, lo que se traduce en menos animales y más espacio para ellos, y como consecuencia una subida en los costes de producción.
Con la nueva normativa podrían llegar a cerrarse 2.500 granjas por no poder asumir las inversiones exigidas. En España contamos con unas 5.000 granjas útiles, si se reduce la superficie de cada una de ellas, tendrían que construirse un 73% más de naves con el fin de suministrar y abastecer al mercado. Esto supondría una inversión de 1.800 millones de euros y una despoblación de las zonas rurales, puesto que los granjeros no podrían asumir esos costes por su cuenta.
Hemos acudido al experto Jordi Montfort, secretario general de Avianza, que insiste en que: “Esto nos llevaría a subir los precios de venta al público, ya que no se podrían mantener los costes que existen hoy”. Por otra parte, “podría darse el cese de muchos granjeros que son mayores y no están dispuestos a invertir y que por esta falta de producción a nivel europeo, se tenga que importar más producto de países terceros que no te garantizan el bienestar animal ni el origen sostenible de la alimentación y que tampoco te garantizan que no se hayan utilizado antibióticos como promotores de crecimiento, que es algo que en Europa está prohibido”.
“El peligro es si sustituimos nuestros productos que cumplen con las garantías y calidad, por otros que no son de calidad. Le estamos pidiendo a la Comisión Europea es mayor transparencia en este análisis de impacto económico”, señala.
El experto asegura que “es sector avícola español es pionero en el bienestar animal y en la sostenibilidad y en la seguridad alimentaria de todas las aves de España”.
Ponemos el ejemplo de una típica granja de pollos que tiene 1.800 m2, donde se crían 33.000 pollos, con la nueva ley esa misma granja pasaría a criar 11.000 pollos, es decir, el granjero pierde 22.000 plazas para las aves. Lo que se traduce en que el productor pierde dos tercios de su producción y para la mayoría es insostenible.
El problema del pollo
Salimos a la calle y los consumidores reconocen que la subida les obligaría a consumir menos y de ninguna manera conciben que el pollo pueda alcanzar el mismo precio que la ternera.
Consumimos 14 kilos de pollo al año por persona y actualmente pagamos aproximadamente unos 3 euros con cincuenta céntimos por 1 kilo de pollo, si se aplica la nueva ley de bienestar animal, esa cantidad podría llegar a triplicarse, pagando casi 11 euros el kilo.
Hemos sacado la calculadora y, echando cuentas, una familia de cuatro personas invertiría casi 600 euros al año solo en pollo. Una cantidad que no está al alcance de todos los bolsillos y que afectaría a la alimentación de una buena parte de la población.