OPINIÓN: Cómo vive un cofrade la Semana Santa
Miércoles de ceniza, comienza la Cuaresma. En casa de un cofrade no es necesario que estemos en tiempo de Cuaresma o en Semana Santa para que huela a incienso, en la televisión se vea una procesión o suenen cornetas y tambores.
Un cofrade pasa todo un año organizando la Semana Santa junto con su hermandad, preparando vestimentas nuevas para sus pasos procesionales e imágenes, restaurando cualquier elemento que pueda deteriorarse, los músicos se preparan, actualizan y aumentan su repertorio de marchas para la nueva “Semana Grande”... Todos, con su granito de arena, hacen un poco cada día del año para que en su estación de penitencia todo sea perfecto.
Cuando empieza la cuaresma todo son nervios, cuentas atrás hasta el Domingo de Ramos, incertidumbre por las precipitaciones, los últimos preparativos, montajes de pasos, visitas a las iglesias, triduos, besamanos para las vírgenes, besapies para los cristos de cada hermandad… Todo cobra sentido y empieza, un año más, a ser especial.
Con la llegada de un nuevo Domingo de Ramos vuelven los sentimientos a flor de piel, que no se van hasta el Domingo de Resurrección. Siempre he pensado, como cofrade, que la Semana Santa debería durar más porque es como un sueño bonito del que no quieres despertarte.
Durante toda la Semana Santa todo cofrade adquiere dotes como elaborar partes metereológicos que, siempre que acaben con la afirmación “hoy se sale”, son 100% válidos. También, adquirimos habilidades con el callejero de la ciudad, para poder disfrutar de las procesiones en los mejores puntos y asegurarnos de que la siguiente procesión quede cerca.
Este año nos ha tocado cambiar las procesiones por otros actos litúrgicos por razones climatológicas. A razón de esto, citar a un amigo que dice “la Semana Santa es un regalo, pero como los buenos regalos, no se elige”. Sin embargo, no hay que perder la esperanza de una nueva Semana Santa que nos permita disfrutar de nuestros titulares en la calle.
Antes de comenzar una estación de penitencia, cuando todos los fieles están dentro del templo, se respiran nervios y devoción en el ambiente. Todo está listo para que comience lo más esperado del año, y se abren las puertas con la salida de la Cruz Guía. Llegó el momento.
Cuando pasa la semana, lo primero que hacemos es mirar cuándo empieza la Semana Santa del año siguiente y comenzar la cuenta atrás a la espera de ver de nuevo a “La Burrita” por las calles de San Roque.