¿El secreto de la eterna juventud? Nuevo compuesto promete alargar la vida sana
Un equipo de investigadores del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Barcelona ha dado a conocer esta semana los resultados preliminares de un fármaco capaz de revertir parcialmente el proceso de envejecimiento celular en modelos animales. El estudio, publicado en Nature Aging, muestra una regeneración notable de tejidos en ratones de edad avanzada tras administrar dosis semanales del compuesto experimental.
En los ensayos, los roedores tratados recuperaron un 30 % de la función muscular y mostraron mayor capacidad de aprendizaje en laberintos frente al grupo de control. Además, los marcadores de inflamación sistémica descendieron hasta niveles propios de ejemplares jóvenes. “Hemos observado un rejuvenecimiento global, no solo en un órgano concreto, lo que abre la puerta a tratar múltiples patologías asociadas al paso del tiempo”, explica la coordinadora del proyecto, la doctora Marta Ruiz.
Los investigadores destacan que, pese a los resultados prometedores, aún quedan varios hitos por superar antes de probar la molécula en humanos. “Tenemos que garantizar su seguridad, descartar efectos secundarios a largo plazo y optimizar la dosificación”, advierte el profesor Carlos Delgado, coautor del trabajo. La próxima fase implicará ensayos en primates no humanos y, de ser exitosos, un primer estudio clínico en voluntarios mayores de 65 años dentro de dos años.
Expertos en longevidad reciben con cautela estas noticias. El doctor Julio Pérez, del Observatorio de Salud Celular, señala que “es un avance espectacular, pero el envejecimiento es un proceso complejo. No existe la ‘bala de plata’, aunque este fármaco podría convertirse en la primera herramienta capaz de ralentizar el reloj biológico”. Asimismo, investigadores de otros centros avisan de que la clave también estará en combinar terapias: nutrición, ejercicio y compuestos farmacológicos.
Si todo va según lo previsto, el fármaco antiedad podría ponerse a prueba en humanos a partir de 2027, marcando un antes y un después en la medicina preventiva. Mientras tanto, la comunidad científica sigue de cerca estos avances, que podrían cambiar nuestra forma de entender el paso del tiempo y la salud en el siglo XXI.