El SES advierte sobre el uso de un medicamento para perder peso
Ozempic es un medicamento pensado como tratamiento para la diabetes tipo 2, con un efecto secundario que lo ha convertido en un objeto de deseo: la pérdida de peso.
Esta sustancia, que se inyecta una vez a la semana y que se encarga de suprimir el apetito, ha disparado sus ventas en lo que llevamos de año en un 36%.
Luis Bravo subdirector de Farmacia del Servicio Extremeño de Salud, ha señalado que, a causa de la fuerte demanda, algunos enfermos de diabetes tienen dificultades para encontrar Ozempic en las farmacias.
Además, recuerda que el uso de cualquier medicamento en condiciones diferentes a las autorizadas se debe hacer «siempre en situaciones excepcionales y por supuesto bajo seguimiento médico».
Ojo a los efectos adversos
En este sentido, Bravo advierte de que este tratamiento tiene «efectos secundarios», siendo los más frecuentes «náuseas, vómitos e incluso diarrea». Además hay otros efectos adversos menos frecuentes pero más graves, como «alteración de la frecuencia cardíaca e incluso pancreatitis aguda, lo cual es bastante serio».
Si se utiliza con cargo a receta, este medicamento «incrementa el coste de la partida presupuestaria que podría emplearse en cosas más necesarias», añade Bravo.
Para atajar el problema, desde el SES piden «concienciación de los usuarios e incluso si hay algún profesional que lo esté prescribiendo en condiciones que no son las autorizadas, pues también».
Antonio Lavado, presidente de la Asociación de Personas con Diabetes en Extremadura, confirma el desabastecimiento de Ozempic en las farmacias: «Ya llevamos un par de meses o tres desde que nos pasaron un comunicado en el que nos decían que iba a haber un desabastecimiento de este producto».
Otros casos de escasez
Pero Ozempic no es el único medicamento que ahora mismo tiene «abastecimiento intermitente» en las boticas, como nos asegura el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas.
Son «cientos» los medicamentos en esta situación de escasez, indica Venegas, y apostilla que esta situación se da en todo el país, no sólo en Extremadura.