OPINIÓN: La corrupción más descarada que operaba a hurtadillas
Bomberos asistiendo el incendio en Teatre / Centro de Emergencias 112 Región de Murcia
El trágico suceso del incendio de la discoteca Teatre de Murcia ha dejado como manifiesto lo que sucede en otras muchas ocasiones.
La corrupción política y administrativa dosificada localmente por todo el territorio español permanece oculta en beneficio de algún cargo corrupto que no cumple sus obligaciones, o simplemente miran a otro lado a precio de cheque.
Lo descarado es que, todavía, con los cuerpos en caliente de los fallecidos, en declaraciones, uno de los concejales socialistas del ayuntamiento, tratase de justificar el siniestro y negligencia administrativa con un simple "ese es el tema". Ante la pregunta que le hacía el periodista del porqué no se cerró la discoteca si no cumplía con los requisitos de un negocio sin licencia de apertura desde el año 2022.
Ahora, en el ayuntamiento de la localidad, que no esperaban nada de esto tras las llamas, andan como pollos sin cabeza tratando de "salvar el culo" de las responsabilidades (que las hay, y muchas!).
¿Cómo es posible que un negocio que se publicite mediáticamente, sin licencias ni permisos de apertura, hubiera permanecido abierto durante año y medio si no hubiera la premeditación de alguien que no cumplió sus obligaciones supuestamente porque tuvo intereses afines con dicho negocio?
Lo lamentable de todo esto es que existen, repartidas por toda la geografía española, muchos "Teatres" bien tapaditos esperando que un inesperado fuego destape toda esta miseria humana.
Espero que el señor López Miras, presidente de la región de Murcia, tome medidas drásticas para sanear dicha administración, porque está en juego su propia reputación.
Lo sensato sería cesar a todo el órgano de ese consistorio que se preocupa ahora de pasar la patata caliente a otro responsable. Obviamente si un negocio no estaba con los pertinentes permisos de apertura, tampoco disponían de las medidas de seguridad necesarias contra incendios, como los extintores (que disponían de ellos, pero sin funcionar), o las salidas necesarias de emergencia (aquellas que si no existen, no se otorgan las licencias).
Es curioso cómo algo tan trágico como el fuego, haya sido el dedo acusador de esas "bambalinas" de la corrupción más descarada, que operaba a hurtadillas cómo lo hacen las oscuras ratas de las cloacas.