Las personas en situación precaria tuvieron más probabilidades de fallecimiento durante la pandemia
El estudio muestra una correlación significativa entre el índice de privación social y la mortalidad prematura, la morbilidad y el uso de los servicios de salud.
La crisis sanitaria por el SARS-CoV-2 ha tenido un impacto socioeconómico desigual en la población. Ha puesto de manifiesto que los determinantes sociales de la salud están totalmente relacionados con un peor o mejor pronóstico de la enfermedad.
Las personas con una mayor privación socioeconómica presentan mayores tasas de enfermedades asociadas, así como fallecimientos, ingresos hospitalarios o visitas a urgencias.
Durante la primera ola de la pandemia por COVID-19 hubo diferencias estadísticamente significativas respecto al riesgo de fallecimiento, así como mala evolución o ingreso hospitalario entre las personas con una mayor y una menor privación social. Sin embargo, estas diferencias se suavizaron en los diferentes periodos hasta que después de ómicron prácticamente desaparecieron.
Existe evidencia para demostrar que los determinantes sociales y económicos tienen un impacto en la incidencia, la gravedad y la mortalidad asociada.
Los colectivos más desfavorecidos, con mayor nivel de privación, han tenido más altas tasas de infección, de mortalidad y de ingreso en comparación con los colectivos con las tasas de privación más bajas,
Los países con bajos niveles de pobreza, pero con una población de mayor edad tienen un mayor impacto en la mortalidad, como ocurrió en Europa durante la pandemia.
También se ha observado que vivir en una residencia favorece la difusión del virus. En el estudio analizado, las personas institucionalizadas tenían un 49% más de posibilidades de fallecer.
El estudio concluye indicando que "es necesario incorporar índices de nivel socioeconómico o de privación por sección censal en los cuadros de mando, con el fin de poder incorporar en las guías de actuación criterios socioeconómicos para minimizar la brecha de acceso al sistema sanitario de aquellas personas socioeconómicamente más desfavorecidas.