OPINIÓN: En defensa del patrimonio verde de Navalmoral de la Mata y la dignidad ciudadana

ADIF se está saliendo con la suya. Es decir, no reconocer lo que consideraba la única solución para no destruir la ciudad: el soterramiento de las vías. Y el ministro actual, Óscar Puente, después de reconocer que en cinco años se tendría la parte urbana soterrada, se deja incautar por un Partido Socialista en Extremadura abochornado pero que sigue negando su responsabilidad en su desgraciada defensa de un progreso social con un muro por medio.

Desde la Plataforma No al Muro seguimos pidiendo al actual Gobierno municipal que el proyecto chapucero con el cual se está desarrollando las obras tenga sus consecuencias aquí y ahora.

Pedimos al alcalde, Enrique Hueso, que, ante la eliminación de 150 árboles maduros y sanos, haga reponer el triple donde así se indique por el propio Ayuntamiento. La gran mayoría hubieran vivido con el proyecto de soterramiento, o al menos implicado en una reposición más adecuada.

La desaparición de la plazuela de D. Miguel Alfonso es un atentado intolerable contra el patrimonio histórico de una ciudad que exige más contundencia con ADIF como bien estamos comprobado día a día. El proyecto que todo lo tenía definido está obligando de manera continua a intervenir a los distintos servicios municipales, pues las roturas de tuberías, conducciones u alumbrado son constantes a pesar de que la concejalía de Urbanismo e Infraestructuras les obliga a definir semanalmente. Es una obra que no pasaría la inspección de trabajo en cuanto a señalización, seguridad, vías y pasos habilitados para peatones. ¿Lo ha denunciado el Ayuntamiento? Todavía hay muchas cosas para exigir máxime cuando dentro de bien poco se va a instalar una pasarela de cinco metros de altura ante el cierre de los pasos a nivel. Todo el vecindario debe exigir que no sólo coloquen rampas y escaleras, aunque sea una pasarela provisional: es todavía el momento de resistencia activa social ante tantas burlas. Toda la población morala debe estar implicada en ello.

Y lo más grave es el procedimiento de mutilación del parque municipal. Un espacio verde donado en su momento por D. Casto Lozano, que se ha destruido sin tener el preceptivo expediente de expropiación. Lo han considerado como vial y se han quedado tan tranquilos. Denunciado por los arquitectos y arquitectas locales (salvo uno que pasará a la historia) dado que esos 500 metros cuadrados arrancados al único parque histórico que tenemos nunca se puede considerar un uso vial. Incluso ADIF ha engañado con el precio pues no ha tenido en cuenta el valor del arbolado, bancos, verja, puerta y espacio de juegos infantil. Todo se ha pagado como si fuera de uso para vehículos.

Desde la Plataforma No al Muro, pensamos que todavía hay tiempo, con tamaña astucia, para no consentirla como sí hizo el anterior equipo de gobierno.

Toda la ciudadanía está muy dolorida ante el avance   destructor en toda la parte urbana pero ni el Ayuntamiento debe mirar para otro lado, ni la ciudadanía debe callarse y aguantar cualquier ofensa. Las moralas y los moralos siempre hemos demostrado dignidad y hay que seguir exigiéndolo.

Evidentemente, el Ayuntamiento puede hacer mucho más sin esperar a que termine el desastre anunciado.