23 Noviembre 2024
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OPINIÓN: ¿Cinturón sanitario contra la peste política en España?

OPINIÓN: ¿Cinturón sanitario contra la peste política en España?

 

¿Hará falta un confinamiento político del peligroso virus que nos destruiría como sociedad, si lo dejamos, en libertad, destruir nuestras instituciones? ¿Dónde habrá que poner el “cordón sanitario”? ¿Dónde está el peligro?

 

Suponemos que los portadores del virus deberán ser aislados para que no contaminen al resto de los españoles, en lugar de encerrar a todos los españoles y dejar el virus en su plena libertad y expansión contaminante.

 

Este parece ser el razonamiento de los que quieren imponer un cordón sanitario para algún peligro inminente del virus político en España.

 

¿Está definido con claridad evidente cuál es el virus mortal que nos invade y destruye nuestra sociedad? y ¿estamos decididos a eliminarlo?

 

El problema radica en localizar a los infectados y portadores de ese virus criminal, porque depende de qué bando provengan los inquisidores políticos.

 

El manejo de esta terminología sanitaria debería gozar de la unanimidad de los inquisidores ideológicos de todos los bandos, para que fueran las auténticas razones sanitarias las que decidieran quiénes deben ser recluidos, qué enfermos y contaminados deben ser apartados de la vida social y política.

 

Otra solución sería aumentar los glóbulos blancos de la sociedad para que eliminaran a los virus que transmiten tal enfermedad que supondría la destrucción de la sociedad española.

 

¿Se puede garantizar qué políticos están contaminados con el virus destructor de la sociedad y la nación española? ¿Cuántos millones de españoles podrían ser víctimas de esta epidemia?

 

Si esta verificación es honestamente posible, y respetando los “derechos humanos” de todos, ¡adelante los inquisidores con su cordón sanitario! Eliminen los virus contaminantes que puedan destruir nuestra sociedad y nuestras instituciones. Definan al virus con toda claridad y aplíquese por encima de manipulaciones del lenguaje y de la propaganda masiva y sospechosa. No tengan miedo de asumir el juicio crítico y acepten los resultados con todas sus consecuencias.