25 Noviembre 2024
2 . 054 . 114 lectores

Opinión de un murguero sobre la situación actual del concurso de murgas

Opinión de un murguero sobre la situación actual del concurso de murgas

Un concurso renovado, un aumento considerable de nivel en agrupaciones, la eliminación de microfonía en un teatro con sonido enlatado, presentadores suprimidos por decisión de las murgas y emisión por televisión de todas las fases. ¿Qué podría salir mal en el COMBA 2019? Pues ni aun así.

Las preliminares han finalizado y ya conocemos los 12 semifinalistas que defenderán sus repertorios la próxima semana. Los murgueros han conseguido muchas de las demandas solicitadas para darle un vuelco al concurso y crecer, pero, sin duda, las sensaciones de preliminares no son las que todos esperábamos.

Que sí, que las favoritas siguen siendo favoritas y su nivel va en aumento, pero este concurso no acaba de gustar completamente. Aunque nunca llueve a gusto de todos, nadie sabe qué estamos haciendo mal, y mientras seguimos “buscando y buscando, se nos muere el Carnaval”, como dirían los Water.

Lo más comentado este año era la bajada del número de murgas participantes, y esto ha afectado a todos. Mientras el año pasado eran 15 las murgas que pasaban de fase, este año solo 12 han sido las afortunadas. Esto ha hecho que murgas que estuvieran creciendo, se hayan quedado de nuevo a las puertas de la ansiada semifinal, lo que seguro va a minar los ánimos de sus componentes.

A esto se suma que la sensación de sonido durante el concurso no acaba de ser buena, o al menos la que todos esperábamos. La concha instalada ayuda a la proyección del sonido hacia el patio de butacas y el anfiteatro; sin embargo el bombo y la caja son un alboroto para el oído, haciendo que no se entiendan algunas letras. Todos lo solucionan con un “poneos más atrás”, pero eso es algo inviable, ya que los músicos no tienen una referencia de sonido interior, tal y como ocurría cuando existían los micros. Ahora les cuesta horrores escuchar a los guitarras y seguir el ritmo del grupo.

Un acierto, y por fin algo en lo que estamos de acuerdo, es la eliminación de los presentadores. Y ojo, que no tengo nada en contra de ellos, simplemente es más agradecido para todos que no se desvele nada de las agrupaciones; en algunos casos podría ser hasta campaña para algunas de las murgas.

En definitiva, las preliminares han quedado un sabor de boca agridulce. Un concurso como el de toda la vida que sigue sin dar el salto que nos lleve a tener un carnaval de interés turístico internacional.

Palabras de un murguero más.