25 Noviembre 2024
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OPINIÓN: Y el rey emérito pagó a Hacienda

OPINIÓN: EL rey emérito paga a Hacienda

SE VA EL CAIMÁN...

El Caimán vuelve con ustedes cuando ya el Cuaderno Extremeño se encuentra recorriendo pueblos y ciudades y va ya por su tercera edición. Este rinconcito semanal es un pretexto para decir chorradas y ocurrencias sobre cosas que acontecen, a pesar de que la mayoría de las veces no son chorradas y esconden bajo el manto del humor reflexiones profundas.

En plena segunda ola de la pandemia/sindemia leo que Alemania está soportando “un precio diario de 590 muertos”. Merkel, en un llamamiento dramático, dice que eso no es aceptable y llama a los alemanes a reducir los contactos en Navidad. Debido al enorme presupuesto alemán, ya nadie habla de deuda. La preocupación ahora va mucho más lejos.

Sin embargo, el titular de El País de hoy es que “el rey emérito paga a hacienda 678.393 euros de regularización.” Aunque lo que esta cifra esconde es calderilla al lado de lo que este rey tan campechano (el de las regatas, las cacerías y los ligues interminables) ha podido dilapidar. Y es que llevamos casi medio siglo soportando que nos largue el discurso de “Me llena de orgullo y satisfacción” todas las Navidades; o ese otro de que “Todos somos iguales ante la ley”, para terminar con aquel otro de “Me he equivocado. No volverá a ocurrir” (promesa esta que llegó tan tarde que ya no estaba a su alcance poder cumplirla)…

Volviendo a esta pandemia/sindemia que va a cambiar de raíz el escenario de la economía y la política ?pese a que muchos todavía no se lo crean?, considero que, mientras se echan las cuentas de todo lo robado por eméritos, honorables, banqueros, tesoreros o empresarios y políticos (que han mangado, incluso, a cuenta de la venida del papa, o que se han ido de putas y drogas con el dinero de los trabajadores), y sin quitarle importancia a nada de esto, ahora lo que realmente debe preocuparnos es la crisis, de la que, según parece, todavía no acaban de enterarse del todo los responsables de los ayuntamientos, comunidades, países… y ni siquiera los de la Unión Europea. Algunos se creen que con las vacunas haremos borrón y cuenta nueva… ¡y a volver empezar!

No quieren ver que el desenlace de este virus está lejos, que tendremos que convivir con él mucho tiempo y rezarle a la Virgen para que no vengan otros más. Aunque, sobre todo, lo que a estas alturas ya deberían ver claro los responsables de países e instituciones es que los damnificados por esta crisis serán tantos millones de seres humanos y que los recursos económicos necesarios para combatirla son de tal calibre que hace falta una renovada forma de organizar la política y la sociedad con el fin de llevar a cabo las reformas sociales y ambientales, y evitar con ellas (si las abordamos cuanto antes) esas nuevas catástrofes que nos amenazan.

O aprendemos las lecciones que tenemos ahora mismo delante y en carne viva, o puede haber reacciones violentas por parte de los ejércitos de parados, los cuales, obviamente, no se van a estar quietos cuando el hambre los acose por todas partes.

En el próximo Caimán les diré dónde pongo mis esperanzas.