OPINIÓN: ¿Les apetece un nuevo sistema político? ¡A mí sí!
¿Quién les iba a decir a los españoles, antes de haber ejercido su derecho al voto, que todo el panorama político nacional iba a depender de si le viene en gana a este prófugo de la justicia llamado Puigdemont, otorgarnos la democracia política de que se conforme gobierno? Es de risa…¿verdad? Estas son las cosas incoherentes de nuestro país; no hay más.
Lo vergonzoso de todo esto es que impliquen a la ciudadanía con los argumentos del deber democrático y que es necesaria la participación del votante, cuando estamos asistiendo con asombro a ver cómo en estas cábalas a modo de “Tetris”, intentan encajar las piezas de una mayoría con los grupos independentistas o pro etarras si me apuran!
Y le pregunto yo, mi estimado lector…, ¿En qué se ha convertido la política española actual? Yo, no es que no me reconozca en ella, es que no me siento parte de este engranaje, (que se supone que deberíamos construir entre todos).
Aventuro a pronosticar que el señor Sánchez pactará en TODO lo que se le exija; con tal de ser nuevamente presidente, y mostrar su superioridad al candidato gallego, se convertirá en ese “camello que pasa por el ojo de una aguja”, sino, tiempo al tiempo.
En los próximos días, iremos viendo cómo los delitos de sedición, (entre otros que se le imputan), a este sujeto, que no olvidemos que es prófugo de la justicia española, irán menguando con los discursos de blanqueamiento (sin lejía), de las diferentes ministras que desfilarán en los medios (aunque Sánchez se guardará las espaldas en no pronunciarse él mismo, como siempre hace), y al final con este centrifugado del condenado, tendremos a un nuevo Puigdemont resplandeciente y listo para desarrollar el pacto tan ansiado tras haber comulgado con su obstinada idea sobre la mesa de su amnistía.
Se que suena muy disparatado, pero ¿Se imaginan ustedes un Rubiales o un Daniel Sancho entrando en política y pactando con políticos oportunistas para que se le condone la deuda? Pues el ejemplo no dista mucho de la realidad.
No estoy delirando, señores míos. Lo iremos viendo a medida que transcurren los días.
Esto en el fondo, ¿Qué deja en el subconsciente colectivo? Pues muy sencillo; que todo vale en la política.
Les juro que me encantaría instigar a la ciudadanía, aprovechando esta magnifica tribuna informativa, para llamar a la conciencia de los ciudadanos y cuestionarles si de verdad, esto que tenemos en la actualidad merece la pena.
Si nuestro sistema democrático para la elección en la gobernabilidad debería modificarse, o simplemente quedarnos sin rechistar ante un sistema (para mí obsoleto e ineficaz), que solo aborda problemas y dolores de cabeza a nosotros los votantes.
Me encantaría que los ciudadanos se alzasen en contra de este pésimo sistema del que depende el capricho de un delincuente para poner orden en la gobernanza de toda una nación.
Y siguiendo soñando con esta agitación social, que se reivindicara el libre voto del candidato político (con su sólo nombre y apellido como existe en otros muchos países), y desligar la eficacia del político concreto de esa “caja” llamada formación política, que valga la redundancia, no encaja a la hora de conformar gobiernos. Sobran las siglas políticas y lo estamos viendo en los últimos años. Se pacta, se transfuga, y nunca se llega a un gobierno estable e higienizado en los tóxicos pactos políticos.
¿Por qué razón no puede diseñarse un gobierno a la medida de los españoles, en unas listas abiertas sin el lastre político que acarrean las diferencias ideológicas de las distintas fuerzas y colores políticos?
Hemos encapsulado la política en este sistema que creemos necesario, sin reparar que los abismos en los criterios ideológicos jamás cuadrarán. Aunque viendo el mercadeo que se está fraguando entre el señor Sánchez y el superhéroe Puigdemont, ya me espero cualquier cosa por muy disparatada que sea. Todo sea por tomar las apetecibles riendas del gobierno.