OPINIÓN: Los extremeños y andaluces, ¿vagos y maleantes?
Los que vieran u oyeran el debate de la campaña electoral catalana desde Extremadura o Andalucía, suponemos el malestar cuando oyeran el trato que se da a los extremeños y andaluces, a los que suelen llamar charnegos, y ahora les añaden lo de vagos y maleantes. Nuestro total apoyo a los heroicos emigrantes extremeños, andaluces y de toda España.
Vimos a los golpistas separatistas nerviosos, pero dispuestos a repetir la hazaña; eso sí, el indulto y la amnistía es un derecho, no un privilegio para delincuentes. ¿Qué dirán el resto de presos que no gozan de estos privilegios?
Parece que si se habla, se rotula o se quiere estudiar en español, se estorba en Cataluña. ¡Ni en la dictadura! ¿Querrán expulsar de Cataluña a los que la hicieron grande con su trabajo y los hicieron ricos a costa de su explotación y los privilegios de todos los gobiernos, incluida la dictadura?
España es de todos los españoles proindiviso. Todos tenemos nuestros derechos.
El “derecho a decidir” es una trampa gramatical y lógica totalmente engañosa. Cada cual puede decidir sobre sus propios derechos, ¿También quieren decidir sobre la vida y bienes ajenos? Usan muy bien el eslogan y trampas dialécticas pero, expulsar de Cataluña a todo el que habla español, supondría una guerra para tener su paraíso fiscal y hacerse más ricos los que ya lo son, manejando el dinero de todos, como suele ocurrir en los paraísos fiscales, sin colaborar con sus tributos.
La impresión que dio el exministro Illa, a nivel personal, parecía conciliadora y muy bien pensada por los que manejan los hilos.
Los de Ezquerra, agachaban la cabeza cuando se le hacían preguntas directas, como ¿van a seguir con el golpismo?
Esta misma impresión daban Junts y los demás separatistas, con pocos matices.
Lo que más les dolía, según parece, es que los responsabilizaran de la ruina catalana con la huida masiva de empresas y el fracaso económico de una región pionera que ha venido a menos, destrozada por el separatismo, que la deja sin salida.
Otro punto que también les dolía, es que los responsabilizaran del fracaso de gestión de la pandemia y de los muertos.
El PP daba la sensación de centrado y equilibrado, pero rodeado de una jauría de enemigos.
Ciudadanos estuvo claro y contundente y les dijo las cosas que no querían oír. Fueron los más votados en las elecciones anteriores. Más de la mitad de los catalanes querían seguir siendo españoles.
VOX estuvo, también, muy contundente. La claridad de sus palabras molestaba a los separatistas, que pidieron eliminarlas.
PdeCat trataba de nadar entre varias aguas, pero sin renunciar al separatismo.
En Comú Podem, en algún momento, parecía de otro equipo, tirando balones fuera.
Esperemos que los nuevos dirigentes tomen en serio a la sociedad catalana, no la dividan y la convivencia pacífica la vuelva a sus mejores tiempos.
FOTO: Candidatos a las elecciones catalanas, RTVE.