OPINIÓN: Los males de España
Es ya vieja la idea de los demonios interiores, que se repite con demasiada frecuencia aunque, a veces, parezcan dormidos. Siempre hay gente dispuesta a destruir ese patrimonio y casa común que el pueblo llano aprecia aunque, frecuentemente, los que se han aprovechado, son sus mayores enemigos.
Para ser mínimamente objetivos, habría que poner en una balanza los beneficios y desdichas que han traído a España los que, a veces, pretenden ser los que hacen y deshacen a base de intrigas de ideologías e intereses ajenos a los españoles. Como aquellos hijos que desean la muerte del padre para heredar. ¿Quién pretende heredar, quedarse con la presidencia del Estado español? ¿Qué méritos aporta?
Digo esto pensando en algunos que han puesto al Rey emérito como el conjunto de los males de España. Sinceramente, sin ser monárquico, creo que es una de las mejores cosas que le ha ocurrido a España al protagonizar la democracia y traernos cincuenta años de bienestar y progreso, a pesar de las maldades y rupturas pretendidas por otros.
No queremos sacralizar a nadie, ni pensar que el que roba no deba devolver lo robado, pero los que han robado al pueblo miles de millones de euros se olvidan como si no hubieran hecho daño alguno. Los que están en un golpe de Estado permanente, sin cumplir la ley, desafiando y menospreciando al resto, parecen tener bula para atacar impunemente a nuestro patrimonio común, como si nuestra destrucción fuera nuestra salvación como país.
Los que se han aprovechado del dinero de países extranjeros y se siguen aprovechando, por encima de toda legalidad.
No tendría por qué defender la monarquía a nivel personal, bastante tengo con intentar defender a Extremadura, pero creo que es cuestión de un mínimo agradecimiento al que nos trajo la democracia y la paz social para todos, renunciando a un poder que hubiera podido orientarse de otra forma, con consecuencias fatales para el país. ¿No valorará esto el Gobierno? Pensemos un momento. ¿Cuánto dinero de los parados robaron los sindicatos y los miembros de un partido, que no quiero mencionar? ¿Cuántos millones se llevaron en Cataluña, con el 3, el 10 o el 20%? ¿Quién ha juzgado a los líderes que están impidiendo que se estudie en español en la propia España? ¿Cuántos de los condenados por corrupción fueron re-puestos en lugares importantes?
¿Qué pensamos de tantos muertos por ETA y sus secuaces, sin que hayan devuelto ni la vida, ni la dignidad, ni el dinero a las víctimas y sus familias? ¿Ya se han olvidado?
Parece que todos los males se concentran en uno de los principales reyes que tuvo España en toda su historia, independientemente de que no fuera un santo ni lo pretendiera. No es comparable recibir un obsequio, aunque tenga su trampa, con robar a manos llenas y denunciar otras cosas que, sin ser buenas, no son lo peor de lo ocurrido en España.
La libertad de opinión nos parece sagrada, pero para todos y no con los privilegios de los que usan los medios de comunicación como el que tiene un cortijo exclusivo e impide al discrepante que pase de la puerta. Yo soy del pueblo y pretendo seguir siendo y poder usar, con la misma libertad, los medios de todos, pagados con el dinero del pueblo, de todos, no por los nuevos caciques, al menos en mi propia tierra.