23 Noviembre 2024
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OPINIÓN: Lucha por la igualdad ¿igualdad parcelada y selectiva?

OPINIÓN: Lucha por la igualdad ¿igualdad parcelada y selectiva?

El concepto o principio de la igualdad, no sé por qué, algunos tratan de recortarlo, de quitarle su dimensión universal y someterlo a su estrecha y restringida visión. Ningún principio o derecho puede ejercerse como un absoluto. Los derechos, en democracia, se ejercen rodeados y dependientes del conjunto de derechos democráticos.

La igualdad de derechos, por ejemplo, la exigimos entre hombres y mujeres, entre jóvenes y mayores, entre comunidades autónomas, entre campo y ciudad, entre todos los españoles, entre inmigrantes y autóctonos, entre blancos y negros…; en definitiva, es una cuestión de derechos humanos, no de género. La igualdad no se puede aplicar, de forma exclusiva, a una parcela de la realidad social cuando hay tantos aspectos de nuestra realidad que deberían tratarse con la urgencia y necesidad de la igualdad de derechos y oportunidades.

Nos referimos, de un modo especial, al Ministerio de la Igualdad, que se ocupa de la equiparación de derechos entre el hombre y la mujer. Debería abarcar, entre otros, los aspectos reseñados. Nos parece un error en el enfoque. Se trata de una relación natural, afectiva y cordial entre hombre y mujer, que está por encima de las remuneraciones económicas y otras injusticias que se cometen, frecuentemente, contra la mujer; pero considerar los derechos de la mujer, como contrapuestos a los derechos del hombre, parece un error de enfoque, antinatural, que no lleva a buenos resultados entre personas que se necesitan mutuamente y son complementarias entre sí.

La defensa de la mujer en contraposición al hombre, no parece acertada. Hay bastantes mujeres que no se sienten representadas por ciertas posturas excluyentes. Rechazamos rotundamente los crímenes y agresiones contra las mujeres. Se puede criticar el machismo en la historia y todos los abusos habidos por parte de algunos hombres contra algunas mujeres; pero enfrentar a los hombres con las mujeres, no parece lo mejor y, quizás, enturbia un agua que podría ser clara y transparente, y podríamos decir agradable y respetuosa con todos. Un mundo solo de mujeres o solo de hombres, sería insoportable e imposible.

¿Quién no ama a su madre, a su hija, a su hermana y quiere que sean respetadas en todos sus derechos? Pues todas las mujeres son madres, hijas o hermanas de alguien.

Nunca podrán ser iguales, el hombre y la mujer, por su propia naturaleza, pero sí en derechos. Por eso, pensamos que no se puede restringir la igualdad a uno de sus aspectos importantes, pero no exclusivo.

La lucha por la igualdad es más genérica, más universal y tiene una historia tan larga como la humanidad.