OPINIÓN: ¿Qué pasa por la mente del presidente Sánchez?
Todavía no nos hemos repuesto de los resultados de los comicios electorales, cuando nos sorprende el Sr. Sánchez con su estratégico adelanto de las elecciones al día 23 de Julio. Algunos piensan que se trata de una manera de castigar al ciudadano, al que le pilla su compromiso con las urnas en plenas vacaciones. Otros apuntan a que es una mera estrategia para que se concentre el voto por correo, e incluso disminuya el número de votantes en unas fechas tan dispersas. Lo cierto es que la bestia está más despierta que nunca. Todo apunta a que éstos movimientos son una clara evidencia en su política de resistencia, como lo haría un animal herido que se resiste a ser cazado.
Por otro lado, tenemos la expectativa del Sr. Vara. Un hombre que parecía tener claro su renuncia política para retomar su viejo empleo de forense, cuando de un día a otro, parece entrar al convencimiento de "esperar" a los resultados electorales, como si quisiera ampararse a esa última esperanza de remontar el barco socialista.
Me sorprende el nivel de sordera de estos obstinados políticos, que no saben hacer autocrítica y reflexión del por qué la gente ha permitido aniquilar este gobierno. Es tan patético el ego de estos señores, que siempre tratan de justificar las razones por las que "accidentalmente" han perdido las elecciones. No hace falta ser un sabio para saber descifrar el malestar popular ciudadano, que ha sido testigo de unas políticas ajenas a las necesidades y voluntades de los españoles. Y a las pruebas me remito: la gente ha hablado y ha destronado a un gobierno donde reinaba el engreimiento y la indiferencia social más acuciante.
Yo, con todos mis respetos, le diría al Sr. Vara que no perdiera el tiempo creyendo que es posible un cambio en la mentalidad del votante, porque eso sería burlarse del ciudadano y de la propia democracia. Vuelva usted a sus obligaciones primigenias y quédese con ese grato sabor de boca de todos estos años de gobierno, en los que más bien o mal, ha ejercido su soberana voluntad. De echo, creo que la gente "no perdona ni olvida", y parece haber respondido a esas políticas suyas negligentes de contener las voces de los extremeños que pedían la tan demandada línea de alta velocidad, y de la que usted pareció no agotar todos los recursos necesarios como presidente autonómico para conseguir el propósito.
Es más, resultó vergonzoso el paseo que se pegó usted junto a otros dirigentes políticos en una sencilla línea Talgo, con la que nos quiso tranquilizar a modo de premio de consolidación.
Todavía no se tiene muy claro la postura que tomará el candidato a la alcaldía de Badajoz, el Sr. Ricardo Cabezas. Aunque si insinuó a los medios con anterioridad que si no ganaba las elecciones al sillón consistorial, no volvería a presentarse. Algo muy respetable y entendible, después de varios intentos para postularse como alcalde de la ciudad pacense.
Aunque los ciudadanos de Badajoz hubieran optado legítimamente a un cambio, después de un enquistado gobierno popular, creo que las negligentes e inaceptables políticas del gobierno central de Sánchez le han pasado factura, pues el malestar generalizado en el panorama político nacional no parece diferenciarse ni excluir las políticas socialistas locales en nuestra ciudad.
De momento, es lo que tenemos. Eso sí, cúrrense por favor nuevas estrategias y modifiquen las viejas estructuras de partido intolerables por mucha gente. Aunque con las desacertadas actuaciones del Sr. Sánchez, difícil resultará mimetizar cuestiones imperdonables, como los pactos de gobierno con la formación de Bildu, o las erróneas políticas de su socio de gobierno, en la persona de Irene Montero, la ministra de Igualdad del partido Unidas Podemos. Esperemos resultados para el verano, aunque yo sería capaz de pronósticar (como haría Nortradamus), que el socialismo parece tener los días contados.