Seis millones de familias españolas por debajo de las condiciones de vida digna
La pandemia y la inflación derivada de la guerra en Ucrania han hecho que la vida de los españoles se haya visto afectada gravemente, viviendo una crisis inesperada que está causando un quebradero de cabeza en muchas familias a la hora de realizar actos tan básicos como pagar las facturas de luz, gas y agua o llenar el carro de la compra.
FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada), junto a la organización eclesiástica Cáritas, ha propuesto unos presupuestos con el objetivo de dotar a la población de unas condiciones de vida dignas, pues el 31,5% de las casas españolas –seis millones de familias- viven con ingresos inferiores al 85% de su presupuesto de referencia. Este porcentaje es superior a la tasa de pobreza relativa (20,7%) y a la tasa de personas En Riesgo de Pobreza y/o Exclusión (25,3%) elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística en 2019.
Además, se puede comprobar que el número de componentes de la familia o la ciudad de residencia también afecta, pues para un hogar unipersonal, vivir con 1.400 euros al mes en Barcelona supone lo mismo que vivir con 1.000 euros en Cáceres mientras que para una pareja con dos hijos adolescentes, necesita 3.300 euros en Madrid para tener un estilo de vida digno mientras que en Orense se necesitaría 500 euros menos.
En el caso de los hogares monoparentales, una persona con dos hijos de entre tres y doce años a su cargo necesitaría 2.400 euros para poder vivir cómodamente en San Sebastián mientras que en Ciudad Real la cifra descendería hasta los 1.900 euros. Así mismo, se aprecia una brecha de género entre los hogares encabezados por mujeres y los dirigidos por hombres.
Las medidas tomadas por las familias para afrontar el día a día han sido reducir el consumo de agua, luz y gas -el 60% lo hacen- mientras que el 22% ha solicitado ayudas para pagar estos suministros. Las medidas más extremas han sido renunciar a algún accesorio de salud como audífonos o gafas -el 14% ha tenido que tomar esta decisión- o dejar de comprar algún medicamento -el 22% lo ha hecho-.
Frente a todo esto, Cáritas considera necesario que las políticas públicas aborden la pobreza y la desigualdad desde un doble punto de vista: rescatando a las familias que más están sufriendo y perfeccionando el sistema de protección social a largo plazo.