Comienza el otoño 2017: posible comportamiento meteorológico y curiosidades

¡Cambiamos de estación! Llega el otoño: época de cambios, de más inestabilidad y de días cada vez más cortos, perdiendo casi 3 minutos de luz por día.

El otoño, al igual que la primavera, está marcado por grandes diferencias térmicas y por una gran variedad de tipos de tiempos debido a importantes cambios en la circulación general como respuesta a cambios en la distribución de la radiación solar a lo largo de nuestro hemisferio (es decir, al acortamiento de los días).

Durante el verano boreal (el del hemisferio norte), el Ártico se encuentra dominado por la presencia casi ininterrumpida de la radiación solar, pero el otoño es precisamente la etapa de transición hacia el oscuro invierno en aquellas zonas; la llegada de la ‘Noche Polar’.

En verano, al ser de día permanentemente en el Polo Norte, esta zona de latitudes altas se encuentra menos fría que durante el invierno y la diferencia de temperaturas entre el Ecuador y el Polo es menor.

Debido a esta menor diferencia de temperatura a gran escala, el Chorro Polar se debilita (esa circulación de vientos que dirige las configuraciones meteorológicas de todo el hemisferio), y el cinturón de anticiclones subtropicales asciende en latitud para afectar a gran parte de las latitudes medias del hemisferio (donde nos encontramos nosotros).

Por esa razón -entre otras cosas- el verano es la época más estable y calurosa del año en las latitudes de la península Ibérica.

Pero llega el otoño y regresa la noche al Ártico (como se muestra en la figura superior), haciendo que las masas de aire que ocupan la zona vayan enfriándose notablemente semana tras semana.

Dicho enfriamiento provoca una mayor diferencia de temperatura entre el Ecuador-Polo (Ecuador igualmente cálido, pero encontramos un Polo Norte mucho más frío), agitándose la circulación general del hemisferio con un mayor número de ondulaciones del Chorro Polar, acercando el tiempo más inestable y frío hacia latitudes bajas.

Eso es lo que debe ir ocurriendo en las próximas semanas; situaciones cada vez más frías e inestables en las latitudes medias. De hecho, como hemos visto, esto es algo fácilmente observable ya en el mes de setiembre, pero naturalmente será mucho más obvio a partir de octubre.

En cambio, como muestra la figura inferior, el Polo Norte apenas recibe radiación solar en invienro, incluso hay zonas donde ni siquiera llegan a ver el día, por lo que el aire frío se acumula en el polo, y es ese aire frío el que posteriormente tiene que desalojarse a latitudes más bajas en forma de irrupciones polares hacia extensas regiones de Europa, Norteamérica y Asia.

Este año, el otoño astronómico comienza este viernes 22 de septiembre a las 22:02 hora oficial peninsular, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Nos acompañará durante 89 días y 20 horas, y terminará el 21 de diciembre con el comienzo del invierno.

-IGUALDAD ENTRE DÍA-NOCHE

En el equinoccio de otoño, además, se cumple una circunstancia un tanto curiosa, y es que, en torno a estos días, la duración del día y la noche es la misma. Como vemos en la imagen que encabeza este artículo, del amanecer de este 22 de septiembre, la noche y el día en La Tierra es prácticamente simétrica aparentemente, con una dirección Norte-Sur muy estricta de la sombra.

A partir de ahora comenzaremos a perder luz solar de manera aún más notable. Tanto es así que la pérdida de luz se producirá a razón de casi ¡3 minutos por día!. El sol saldrá cada vez más tarde y se pondrá cada día más temprano.

Además, el próximo domingo 29 de octubre se realizará el habitual cambio de hora hacia el horario de invierno, retrasando 1h los relojes (a las 3h de la madrugada del sábado-domingo, habrá que poner los relojes en las 2h).

-¿CÓMO SERÁ EL OTOÑO? ¿SECO/HÚMEDO, FRÍO/CÁLIDO?

Inicialmente, es aconsejable recordar la baja fiabilidad de las predicciones estacionales que, si bien es cierto que pueden ayudarnos a vislumbrar tendencias a un mes vista, por lo general NO DEBEN tenerse demasiado en cuenta ni considerarse al pie de la letra.

Y es que estas predicciones representan tendencias demasiado generalizadas a muy largo plazo, excluyendo aquellas situaciones más particulares que pueden llegar a ser las que finalmente encaminen la tendencia general de la estación.

Además, cabe destacar la gran incertidumbre que presentan siempre las previsiones de cara al otoño e invierno en las latitudes de la península, sobre todo si la presencia de ‘El Niño’ o ‘La Niña’ en el Pacífico es demasiado notable, provocando una significativa, aleatoria y casi imprevisible variabilidad meteorológica en cada zona del planeta.

Aunque los efectos de El Niño/La Niña nunca han estado del todo claros para el caso de Europa, este año parece que tendremos evento ‘La Niña’ durante finales de 2017, en el cual hay una tendencia a que el anticiclón de Azores se encuentre muy reforzado en el Atlántico y hacia el oeste de la península Ibérica, y la mayor inestabilidad se centraría sobre el resto de Europa y áreas del Mediterráneo.

En este sentido, las previsiones del modelo del Centro Europeo (uno de los mejores modelos meteorológicos del mundo en la actualidad), apoyan esta circunstancia en líneas generales, indicando un trimestre Oct-Nov-Dic generalmente seco en gran parte del centro-suroeste de España.

Sin embargo, se observa una cierta tendencia algo más lluviosa de lo normal en el Mediterráneo y noreste peninsular (mapa superior).

En lo referido a las temperaturas, por lo general se prevé un otoño cálido en la mayor parte del país, con anomalías térmicas positivas de +0.5ºC a +1ºC respecto a la media, aunque esto no significa que no vayamos a tener entradas de aire frío.

Así pues, panorama más suave de lo normal previsiblemente y con precipitaciones algo por debajo de la media en las regiones del interior-sur-suroeste, y a su vez una ligera tendencia húmeda para las comunidades del levante y nordeste peninsular, sobre todo avanzado el otoño -según parece-.

Esperemos, por el bien de todos, que la recién estrenada estación sea más húmeda de lo que indican las previsiones. Tocará seguir de cerca las situaciones meteorológicas que vayan estableciéndose en la península estas próximas semanas.