OPINIÓN: Medicina contra la propaganda política (aún no se ha encontrado)
16 de Agosto de 2019
La propaganda nunca es la verdad. No es la verdad aunque lo repitan tantas veces y traten de convencer.
No hemos conocido otro periodo de tanto enredo político como el actual. El no llamar a las cosas por su nombre supone un cierto confusionismo, oscurantismo y miedo a la realidad fija, en cierto modo, hay miedo a la verdad y todo queda en insinuaciones, en simulaciones, en ideas reversibles.
A veces, da vergüenza escuchar a las mismas personas decir una cosa que es la contraria de la que acaban de decir y que ellos mismos no se avergüencen de tanta perolata inútil, de tanta palabrería que soportan los medios de comunicación. Los sofistas serían su modelo para formular una verdad a su medida. ¿No es un abuso utilizar, a todas horas, los medios de comunicación, que son de todos, para mayor gloria del presidente del gobierno en funciones y de ciertos partidos? ¿Dónde está la igualdad que predican?
Hace un momento, oía una información para protegerse de los rayos del sol por la cantidad de enfermedades graves que pueden provocar si no nos ponemos una medicina que proteja nuestra piel. ¿No habría algún producto mental para proteger nuestros derechos como personas frente a la propaganda política o cualquier otra, frente a la letra pequeña, frente a los farsantes que hablan impunemente en televisión, radio o incluso por nuestro teléfono, de forma agresiva y que se nos meten en casa y en nuestra intimidad familiar, dañando “la piel” de la sociedad, queramos o no?
El tener gobierno parece una necesidad, sin duda alguna, pero ¿qué tipo de gobierno?, ¿para qué ese gobierno?
Llevamos más de cien días repitiendo las mismas cosas, como si se tratara de idiotizar al pueblo.
Si es un gobierno para que TODOS puedan expresarse con libertad y que esté destinado a mantener la unidad y la integridad de España, el trabajo para todos, y la igualdad de oportunidades sin privilegios, sería difícil que alguien, con sentido común y buena voluntad, pudiera rechazarlo.
En el tema de la unidad de España, comprendemos a TODOS los que la defienden por encima de intereses partidistas. Lo que no comprendemos es que se pueda formar gobierno con aquéllos que, expresamente, pretenden destruir la unidad de nuestro país por intereses ideológicos o por avaricia territorial.
Cuando se habla de los extremos, sean de izquierda o de derecha, no hay definiciones claras y contundentes. Se atribuye el bien y el mal por un concepto geográfico, que no tiene nada que ver con la verdad, la ética o la justicia.
El problema es que los que quieren formar gobierno con esas minorías u otras, parece que tienen intereses tan contrarios al conjunto de los españoles, que no merecen su confianza para constituir un gobierno.
Por otra parte, las nuevas técnicas de propaganda son tan eficaces y tan universales que pueden imbuirnos de ideas falsas con su agresividad informativa, ante la indefensión del pueblo que, frecuentemente, busca su evasión, precisamente en la televisión o medios similares.
FIRMADO: Pedro Cañada, Extremadura Unida.
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