Tecnologías sostenibles para reducir pérdidas de calidad en frutas y hortalizas
12 de Junio de 2018
Badajoz ha acogido el XII Simposio Nacional y el X Ibérico de Maduración y Postcosecha en los que se han presentado 37 conferencias y comunicaciones orales y 81 pósteres científicos en torno a cinco grandes áreas de trabajo, como son fisiología y biotecnología; tecnologías y calidad; patología; aspectos nutricionales, funcionales y sensoriales: procesado de frutas y hortalizas (IV y V gama), y retos de la postcosecha de frutas y hortalizas.
En total han participado 150 investigadores y empresas de España y Portugal en este encuentro, celebrado la semana pasada, y organizado por el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX). El evento ha servido para dar a conocer los avances en investigación e innovación en postcosecha hortofrutícola, estudios y propuestas orientados en muchos casos al uso de técnicas y tecnologías sostenibles.
España es el primer exportador de frutas y hortalizas frescas de la Unión Europea y Extremadura es una de las principales regiones españolas exportadoras. Las necesidades del sector se centran en incrementar el consumo, que ha disminuido en los últimos años; alargar la vida útil del producto para llegar a mercados asiáticos, en los que el tránsito marítimo se prolonga desde Europa durante un mes; preservar la calidad, sabor y aromas; y en cultivos resistentes a plagas, podredumbres y otras patologías.
En el Simposio se han presentado diferentes trabajos sobre la aplicación de extractos fenólicos naturales de vegetales para mejorar la conservación; recubrimientos comestibles, y la utilización de envases activos con efecto antimicrobiano con semillas de mostaza negra y otros compuestos vegetales. Este último trabajo desarrollado por el equipo del área de Vegetales del CICYTEX.
Por otra parte, también se expusieron estudios de otras técnicas pre-cosecha como el Riego Deficitario Controlado, aplicado en fases no críticas para el desarrollo del fruto, importante para el ahorro de agua; alternativas a la fertirrigación como el uso del sulfato cálcico para reducir la utilización de nitratos, y tecnologías no destructivas para conocer el momento óptimo de recolección.
El éxito de la exportación, según se ha señalado, se basa en la segregación del producto para que llegue en buenas condiciones según su destino; de las demandas de los consumidores; las preferencias del mercado occidental no son las mismas que las del mercado oriental; la tecnología de conservación y envasado en el transporte, y la diferenciación del producto. En este sentido, los intermediarios juegan un papel fundamental y deben conocer el producto que venden.
TECNOLOGÍAS SOSTENIBLES
Por otra parte, las pérdidas en cantidad y calidad que se producen entre la recolección y el consumo de frutas y hortalizas frescas, se estima entre el 5% y el 25% en países desarrollados y del 20% al 50% en países en desarrollo, dependiendo del producto, la variedad y las condiciones de manejo.
El reto de la tecnología postcosecha es conseguir que el producto llegue al consumidor con calidad similar al del momento de la recolección y, si es posible, con mejores caracteres organolépticos. Del mismo modo, es necesario el uso de tratamientos y técnicas sostenibles, desde el punto de vista económico y del medio ambiente, no destructivas, que reduzcan las pérdidas y basadas en criterios de seguridad alimentaria.
Los ponentes coincidieron en la necesidad de avanzar en tecnologías alternativas que cumplan estos requisitos, como ejemplo, la radiación ultravioleta y su efecto en la desinfección, eliminación de microrganismos y en el incremento del contenido de compuestos bioactivos del producto; así como la eficacia de los recubrimientos comestibles para alargar la vida útil frente al uso de materiales plásticos.
TECNOLOGÍAS RÁPIDAS
En el uso de las tecnologías rápidas, proyecto en el que trabaja la Universidad de Granfield (Inglaterra), basado en sensores fotónicos no invasivos, para detectar problemas de podredumbre antes de su aparición, permite separar las partidas de frutas y hortalizas para evitar la expansión de la contaminación, facilita la toma de decisiones para dar salida al producto y su venta, y reduce las pérdidas.
Asimismo, se ha expuesto el uso de herramientas genómicas para mejorar la calidad postcosecha del fruto de Curcubitáceas (calabacín) al tiempo que se ha destacado la importancia de la genómica funcional para conocer los genes que están involucrados en procesos de postcosecha y descubrir sus funciones: aquellos que regulan la tolerancia al fríio, el estrés oxidativo o la resistencia a patógeno.
En cuanto a la extensión de la vida útil en fruta de pepita y hueso mediante el uso de 1-MCP (1-Metilciclopropeno), inhibidor de la síntesis y percepción del etileno cuya utilización se ha extendido a muchas especies, y que facilita la reducción de pérdida de firmeza, retrasando la degradación de la sacarosa e inhibiendo en cierta medida la aparición de daños por frio.
Además, se han tratado diversos temas relacionados con aspectos nutricionales, funcionales y sensoriales de frutas y hortalizas. Los expertos han apuntado que España también está bien posicionada en el procesado de hortalizas y frutas frescas, conocido como IV y V gama.
Los trabajos en este área debe estar orientado a la demanda de los consumidores, interesados en alimentos naturales, mínimamente procesados, saludables y con un etiquetado limpio con ausencia de aditivos.
Noticias relacionadas
Comenta esta noticia
A Fondo