23 Noviembre 2024
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Agustín Muñoz Sanz sobre la pandemia: "La inmunidad comunitaria no hace desaparecer el problema"

Agustín Muñoz Sanz sobre la pandemia: "La inmunidad comunitaria no hace desaparecer el problema"

7Días ha entrevistado al profesor titular de Patología Infecciosa de la Universidad de Extremadura, Agustín Muñoz Sanz, con el fin de analizar la situación actual de la pandemia en Extremadura. 

 
- ¿Cómo crees que se ha gestionado a nivel sanitario la pandemia?
 
Es difícil contestar a la pregunta porque no es lo mismo torear en el albero que ver los toros desde un palco. Desde el punto de vista profesional se ha gestionado de forma heroica. Desde el punto de vista mediático, ha sido y es una feria de opinantes y “expertos”, de amarillismo y, en no pocas ocasiones, de escaso rigor. Desde el punto de vista político ha sido y es manifiestamente mejorable: a nivel internacional, un lamentable desastre rozando la criminalidad en los Estados Unidos (etapa de Donald Trump), Inglaterra (Boris Johnson), Brasil (Jair Bolsonaro) y México (López Obrador). En España, debido a la absurda atomización del mapa autonómico frente a una epidemia mundial con millones de afectados y de muertos, es un dislate incomprensible. En Extremadura, como en otros sitios, también hay luces y sombras que aquí van del milagro extremeño de diciembre 2020 al “estamos en situación de transmisión comunitaria” de hoy. Compadezco a quienes tienen que tomar las decisiones en medio del tsunami pandémico, pero están ahí para eso: para tomar decisiones en pro del bienestar de la ciudadanía, no de incordiar al adversario. Por otra parte, en un desastre de esta categoría no se pueden desperdiciar recursos. Esto no lo puede encarar una sola persona. Superman y Batman son simples personajes de ficción.
 
 
- En Extremadura ya se ha vacunado a un alto porcentaje de la población, por lo que se habría alcanzado la “inmunidad rebaño”. ¿Qué opina de las declaraciones de Vergeles, que afirma que la región se encuentra en una situación complicada aun teniendo este porcentaje de vacunados?
 
Decir efecto “rebaño” es improcedente porque la ciudadanía no somos cabras ni ovejas. Mejor es inmunidad comunitaria, colectiva o de grupo. En la pandemia vigente nadie sabe cuál es el porcentaje de “seguridad”. Además, esto no hace desaparecer el problema. Podemos suponer con argumentos sólidos que, con las nuevas variantes de preocupación, el límite de inmunidad comunitaria debe ser bastante más alto. Nadie debería decir nunca más inmunidad de rebaño ni el 60 o el 70%. Es una cantinela pertinaz, como era la sequía en tiempos de Franco.
 
 
- Actualmente a las personas que han pasado el virus solo se le administra una dosis, pero con la quinta ola que está volviendo a poner en peligro el país ¿qué pasaría con las personas que no están aún vacunadas y se infectan por segunda vez?
 
En cuanto a los infectados que han recibido una sola dosis de vacuna al cabo de seis meses de infectarse, parece lo adecuado. Así lo demuestran algunos estudios científicos solventes. La respuesta inmunitaria humoral (anticuerpos neutralizantes) y celular (linfocitos B, T y otros) es potente y duradera. 

Los no vacunados tienen el riesgo de infectarse y la posibilidad de una evolución peor. Las variantes ahora en circulación (sobre todo la delta) también pueden infectar a los vacunados con dos dosis, pero parece que, en general, evolucionan mejor en cuanto a la gravedad de la infección. Pero toda regla tiene sus excepciones. Como dice el The New York Times, las vacunas no son escudos perfectos. Pero son necesarias (esto lo digo yo).

 
 
- La farmacéutica Pfizer ha comunicado que sería conveniente una tercera vacuna a modo de recordatorio. ¿Qué te parece la propuesta?
 
Primero, la propuesta la ha hecho pública (a los medios, no a las agencias reguladoras) el CEO de Pfizer. No ha sido un científico externo o una corporación científica oficial (CDC, FDA, OMS, EMA). El efecto sobre los accionistas e inversores de la compañía es inmediato (suben las acciones). Segundo, la ciencia no niega esa posibilidad, pero exige estudios reglados que demuestren la necesidad de la tercera dosis. Tercero, si se demostrara su conveniencia, no habría problemas en hacerlo. En este sentido, se pueden plantear varios escenarios: uno, vacunación anual y universal (como la gripe estacional); dos, vacunación de personas de riesgo por ser inmunodeprimidos (trasplantados, enfermedades autoinmunes, pacientes en hemodiálisis, enfermos tumorales) o por la inmunosenescencia ligada a la edad provecta (ancianos); y tres, vacunación de los que no responden a las dos dosis. Incluso pudiera darse el caso de que la pauta correcta fuera definitivamente de tres dosis, como se hace con la hepatitis B desde hace años. Sea como sea, hay que demostrarlo con estudios clínicos rigurosos publicados en foros profesionales de nivel. No parece de recibo que publicite la posibilidad de una guerra quien vende las balas.
 
 
 
- ¿Qué le parece la venta de test autodiagnósticos covid-19 en la farmacia sin receta?

La prueba llega muy tarde y de forma inadecuada. En plena catástrofe mundial, nadie debería hacer negocio ni se deben excluir quienes carecen de recursos. Por otra parte, esto no es tallar a los niños antes de entrar en una atracción de Euro-Disney. Cabe la razonable posibilidad de que no todo el mundo sepa hacer las cosas bien. Y, lo peor de todo, en vista de cómo funciona buena parte de la tropa, no sería raro que algunos con “positividad antigénica” no lo comunicaran al sistema de salud. En resumen, para tal viaje no se necesitan alforjas. Hay métodos de estudios poblacionales de eficacia demostrada. Una estricta competencia de salud pública. La lucha antiterrorista no se deja en manos de los cazadores por muy bien que apunten y disparen. La detección antigénica del coronavirus no es una prueba de embarazo ni una toma de la presión arterial.

 
 
- A través de la vacunación se han erradicado enfermedades muy graves para la población mundial. ¿Cree que se está vacunando a un ritmo apropiado?
 
Más que “enfermedades” en plural, hasta ahora, debemos pensar solo en la viruela. El resto de las infecciones contagiosas siguen coleando como en tiempos de Koch y Pasteur. En cuanto al ritmo vacunal, aunque muy errático y heterogéneo, parece bastante aceptable en buena parte del mundo desarrollado. Pero, si no se entiende que un problema global requiere una solución global, no se entiende nada. Muchos están ahora en la playa pensando que la ola de calor de Canadá (más de cuatrocientos muertos) y las lluvias y riadas de Nueva York, Alemania, el centro de Europa y China son cosas que no nos atañen. Recuerdo ahora el efecto Rivilla en Badajoz: un arroyo humilde que, engallado, mató a 21 personas en un “plis-plas”. La pandemia coronavírica es similar a los demás desastres naturales. Mientras el virus esté mutando en África, Asia, Latinoamérica y entre los ciudadanos de los países ricos que no se quieren vacunar (90 millones en USA, muchos millones en Europa), los que berrean desenmascarados y enlatados como sardinas en un campo de fútbol, o los que bailan, gritan, fuman, ríen y beben en una asamblea descontrolada de bebedores (y bebedoras) de intemperie, tendremos virus y mutaciones preocupantes por mucho tiempo. En cualquier caso, la pandemia vigente acabará, pero, muy probablemente, no desaparecerá el virus que la ha desencadenado. Este bicho parece mostrar signos de permanencia entre los humanos y en algunos animales “perihumanos”, como los gatos.