Alertan de una nueva estafa relacionada con perder la cobertura móvil
La última estafa de la que alerta la Guardia Civil tiene que ver con perder la cobertura móvil. Cada vez son más las víctimas que denuncian movimientos bancarios desconocidos mientras ellos no podían operar con su teléfono móvil. Son los estafadores los que en ese momento han cogido el control de tu móvil, pudiendo hacer compras o pedir gestiones al banco sin que puedas hacer nada porque te han suplantado tu identidad.
Los ciudadanos, aunque cada vez menos, no protegemos nuestros datos personales como deberíamos y seguimos pinchando en enlaces maliciosos en los que acabamos dando nuestros datos personales o bancarios, o atendiendo llamadas que acaban siendo una estafa y en el camino hemos podido desvelar información personal.
Con todos esos datos los ciberdelincuentes acaban pidiendo la duplicidad de nuestra tarjeta SIM a la operadora de telefonía. Ya tienen en su poder nuestro nombre completo, dirección, DNI y probablemente más datos personales y una vez les llega la tarjeta de nuestro móvil a sus manos y la activan, el móvil que han duplicado, el nuestro, pierde la cobertura. No se apaga, pero no tiene conexión a la red. A partir de ahí el delincuente podrá acceder a solicitar operaciones bancarias que si se confirman solo con un SMS tendrá la llave para acceder a nuestra cuenta.
Es por ello que uno de los consejos que dan desde Guardia Civil contra esta estafa es empezar a proteger más nuestras contraseñas y accesos a cuentas bancarias. Una manera es que requiera de una huella dactilar o reconocimiento facial para poder realizar cualquier operación. No es la única. Piden también revisar de forma periódica nuestras cuentas bancarias para ver si en algún momento detectamos movimientos sospechosos que no hemos hecho nosotros.
Otro de los consejos en los que siempre insisten tanto desde Guardia Civil como de Policía Nacional es en tener unas contraseñas fuertes. No sirve ese 12345 que más de uno todavía puede tener en activo. Esas contraseñas no se tardan ni un segundo en descifrar y eso pone en peligro más información de la que nos podemos creer sobre nosotros, que acaba repercutiendo en robos en nuestras cuentas corrientes. En una contraseña robusta no hay que olvidarse de poner mayúsculas y otros signos. Hay que intentar que la contraseña no incluya nuestro nombre ni fecha de cumpleaños y es muy importante no tener la misma contraseña en todas partes igual. Una vez descifran una comprometemos el resto de aplicaciones.