26 Abril 2025
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América. Una hinchazón (2): La democracia americana contra la europea

América. Una hinchazón (2): La democracia americana contra la europea

 

“La ignorancia es un arma electoral. Si las personas ignorantes votan por ti, está en tu interés mantenerlas en la ignorancia” A. Palazuelo. (Por qué la tierra es redonda, 2025).

 

Justo cuando a nivel global se hablaba de mentiras, insultos y descalificaciones, el nuevo Donald T. señala con su pluma a Canadá, México, Groenlandia, Sudáfrica, Panama-China a fin de erigirse en el solo gobernador de todos los grandes acuerdos internacionales. Ya sean creados como herramientas económicas (OMC), militares (OTAN), de salud (OMS), de emergencia climática (Acuerdos de París), de expulsión de los otros como diferentes (Consejo de Derechos humanos de la ONU) y de extracción  de recursos naturales mundiales (desde petróleo, litio  a las  tierras raras) y guerras de exterminio (Ucrania y Palestina).

 

La cuestión arancelaria es una broma televisada para despistar acerca de la promesa de desacople total internacional trumpista en un mundo de mercado financiero escondido en los paraísos fiscales que nadie se atreve a encarar.  Y el que no se sienta aludido y responda rápido (Colombia y Venezuela ya lo han hecho, y Argentina entregada también) tendrá la negociación perdida de antemano, gesticula el nuevo Donald T. a fin de uniformar decisiones globales, como nueva brújula que debe medir las creencias de cada cual.

 

El mundo ya ha quedado impactado de todas las hinchazones que pretende ejercer como presidente del Mundo mundial, como nueva forma de gobernar en un mundo global sin gobierno. Incluso en el seno de la ONU, se vuelve a tratar el riesgo de una confrontación militar mundial entre potencias nucleares dentro de Consejo de Seguridad. No hace falta que la tercera guerra mundial sea exhibida como posibilidad temerosa cuando ya hay más de sesenta guerras que nos recorren para bien de la industria militar.

 

¿Qué papel debe jugar la ONU ante tanta resonancia autoritaria, casi fascista, que pretende inmovilizar a todo el mundo?  ¿Es el momento de plantear que la ONU, espacio de las relaciones internacionales, por ejemplo, tenga cambios en el poder de veto por parte de solo 5 países?

 

¿Y LA UNIÓN EUROPEA?

 

A Europa le llegó el primer mensaje trumpiano de la mano de su vicepresidente para también llevar el gobierno de la política alemana que se le podía escapar, declarando en plena campaña electoral que se debe reconocer a la ultraderecha en su oposición a la migración y al derecho al asilo.  Y con respecto a la solución en Ucrania que entreguen una “coalición de voluntarios europeos” a una OTAN que  sigue declarando ser defensora de los “valores compartidos” de Occidente, exigiendo un total rearme europeo en pos de su defensa propia.

 

Cuando Alex de Tocqueville, jurista e historiador francés, descubrió la democracia en Estados Unidos (1835 y 1840; “La democracia en América”), una vez analizado su sistema penitenciario, elogiaba el sistema igualitario y advertía también sobre los peligros que pueden surgir de la tiranía de la mayoría y del conformismo de la sociedad. Se trataba de comprobar los errores potenciales o reales de la democracia a través de la dicotomía libertad/tiranía, y no del propio funcionamiento de la sociedad estadounidense en su propio contexto, es decir, de los valores que proclama. La sociedad se le había olvidado.

 

En este aspecto, la obra de Noam Chomsky, lingüista e intelectual estadounidense, acerca de la constitución de los Estados Unidos nos sitúa frente a Tocqueville. Muestra como el poder político americano siempre ha estado en manos de los dueños de las industrias y comercios con el fin de aunar esfuerzos, individuales y colectivos, apartando al resto de la población, los pobres, que fueran rechazados y catalogados como los “… Intrusos ignorantes y entrometidos, cuyo papel es ser espectadores no participantes”. De la misma manera, mujeres, niños, extranjeros y esclavos eran tenidos en cuenta con el fin de obtener nuevos negocios y poder controlar a la población entera (Ver cómo funciona ese gobierno del mundo en: “El nuevo orden mundial- y el viejo”1994).

 

Demasiado acostumbrados desde Europa a la impronta de las distintas estrategias industriales, militares y financieras de EE. UU. donde parece que solo queda que nos armemos hasta los dientes a fin de contrarrestar la escasa industria militar europea y que nos olvidemos de las masacres perpetradas.  Demasiado consumidos a un capitalismo de mercado donde lo no necesario nos seduce, nos arrolla e incluso nos deja fuera de la propia y soberana producción. Y mientras tanto, la maquinaria legislativa trumpista ya ha dejado fuera de control financiero a las plataformas de criptomonedas, aquellas que odiaba y ahora las ve como aliadas para seguir convirtiendo al dólar en la moneda dominante, por sí el mercado le planta cara.

 

 Y aquí se impone la cuestión de los aranceles: ¿solo es una jugarreta de imposición y suspensión que al principio teatralizaba contra el contrabando y la migración ilegal, y ahora resulta que es una guerra contra el comercio chino? Todo se impone como un proceso de apagón democrático, del renacer nacionalista del partido republicano americano en el poder, que incluso se permite conceder una tregua a medio mundo para así comprobar si el otro, la Unión Europea, por ejemplo, responde de la misma manera, con aranceles recíprocos.

 

Donald T. ya ha entrado en un supuesto diálogo con Vladímir P. en exclusiva. ¿Deberá Europa (la UE) recuperar las relaciones con Rusia como fueron diseñadas desde la Alemania de Merkel?  En las nuevas elecciones alemanas del 23 de febrero asomó una ultraderecha de corte fascista que recuerda los acuerdos expansionistas del nazismo alemán para así amordazar a futuros gobiernos (Múnich de 1938. Ver: "Frente al Múnich de los nuevos fascistas, Europa debe aliarse con Rusia". Pedro Costa Morata.  Alteridad, 20 de febrero de 2025).

 

¿Hay que comprarle el discurso, a Donald T.  para no enfadarle y que no nos declare la guerra?, ¿Incluso la guerra arancelaria? ¿Incluso con la sangrante dejadez europea con el gobierno de Israel? ¿Qué hace Europa?  La Francia de Macron ya se ha ofrecido con todo su arsenal nuclear y armamentístico, el gobierno húngaro acoge impunemente al primer ministro israelí, España quiere entrar en un trato con China al margen de su potencia imperial ya presente en todo el mundo y la presidenta italiana repetirá los mismos quizá para verse con un devaluado trumpismo.

 

Frente al nuevo Donald T. no se trata, por parte de la Unión Europea, de enviar, o no, tropas a Ucrania, ni de acercarse cada estado de la Unión al 5% del PIB en el gasto militar de la UE, o de que cada uno se quede con su parte mientras dura el seísmo arancelario del nuevo gobierno EE. UU. Debemos no dejarnos engalanar por esta nueva propuesta de apagón democrático, de nihilismo pasivo, que solo atraerá a la ultraderecha del maquiavelismo del terror, de la furia, del odio, de la destrucción del planeta, de la violencia contra la sociedad, cuando encima se reclaman defensores de la humanidad.