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Criterios ambientales para un desarrollo compatible en Extremadura

25 de Agosto de 2021

Criterios ambientales para un desarrollo compatible en Extremadura

 

Extremadura es una vasta región con más de 41.000 km2, tamaño equivalente a Suiza, Países Bajos o Dinamarca, y más extensa que 64 países del mundo.

 

Es inadmisible que por la ausencia de criterios científicos en las delimitaciones de los espacios naturales, nuestra región sea la que más espacios protegidos aporta en relación con su población de toda España.

 

Ello, en lugar de ser compensados económicamente como pago por los servicios Ecosistémicos que prestamos al resto de España y de la Unión Europea, nos está suponiendo un enorme lastre para nuestro desarrollo social y económico, como estamos comprobando por las restricciones, muchas absurdas, que imponen las figuras de protección a actividades que, paradójicamente, a lo largo de la historia han sido garantes de esa biodiversidad que hoy gozamos.

 

Asimismo, muchas de esas zonificaciones ambientales (Zepa, Lic, etc) se han hecho sin los criterios científicos necesarios para tal fin, lo que exige una redelimitación rigurosa para que realmente queden protegidos aquellos espacios que, según las propias normativas comunitarias, reúnan los requisitos de singularidad, rareza, excepcionalidad y vulnerabilidad.

 

En Extremadura, hemos llegado al dislate de declarar como espacios naturales a las láminas de agua de nuestros embalses (muro artificial que impide el normal funcionamiento de un curso fluvial), lo que conlleva la imposibilidad, bajo amenaza de demolición, de explotar turísticamente un recurso ventajoso, pues 1/3 de la superficie almacenada de agua dulce se ubica en Extremadura. Mientras, los lagos naturales de Europa (di Garda, Como, Mayor, etc.) son un atractivo de primer orden, o el embalse de Alqueva en la cuenca hidrográfica del Guadiana, en el que no existen limitaciones en la parte portuguesa.

 

Por no hablar de las condiciones más rígidas en Extremadura en el ámbito de las emisiones fabriles que en las regiones limítrofes, lo que supone una limitación a la implantación de nuevas industrias. Las Administraciones se guían por informes con más carga ideológica que científica, como ocurre con el Observatorio de Sostenibilidad de España, que hace poco hacía pública la aberración de que un extremeño contamina el triple que un madrileño y el doble que un francés, lo que no pasaría de ser un desatino sobre el que mofarnos es, sin embargo, información que llega a Bruselas y nos influye negativamente.

 

Por ello, desde Pensando Extremadura, requerimos a las administraciones que tomen siempre decisiones basadas en datos y en estudios con metodología científica, como base de sus actuaciones y que no se declaren figuras de protección sin que hayan sido evaluadas bajo perspectivas científicas, ya sean espacios de la Red Natura o Paisajes Protegidos, que se convierten a la larga en auténticas exclusiones para cualquier iniciativa generadora de riqueza y provoca una alarmante emigración de nuestros jóvenes urbanos y la despoblación de los núcleos rurales.

 

Se dan anomalías incomprensibles académicamente. Valga el archiconocido caso de Valdecañas,  un cerro repoblado de eucaliptus (especie invasora), sobre una lámina artificial de agua donde  durante una década hemos tenido la espada de Damocles sobre nuestra región al pretenderse demoler 180 chalets (los ecologistas han recurrido al Supremo ) por el impacto sobre flora y fauna.  Sin embargo, a la Sierra de la Mosca, con más de 500 chalets, la mayoría ubicados sobre suelos “No Urbanizables”, una urbanización de origen ilegal (residencial universidad), una cantera y una ronda de circunvalación de 4 carriles, la van a considerar Paisaje Protegido. Estas discrepancias de criterios, que conducen a contradicciones inexplicables, obedecen a la falta de rigor metodológico y a la nula preocupación por las investigaciones científicas.

 

Extremadura aporta una amplia gama de servicios ecosistémicos (flora, fauna, dehesas, aguas, mosaicos de paisajes, etc), además de ser un “territorio sumidero de C02”, por lo que necesita ser compensada desde Europa.

 

Es muy importante mantener la sensatez para no generar inseguridad jurídica a las actividades tradicionales y a los inversores internos y foráneos. Desde “Pensando Extremadura” nos ofrecemos a colaborar con las instituciones y colectivos para seguir aportando ideas en pro del desarrollo integral y sostenible de nuestra región. 

 

La compatibilidad entre Desarrollo y Conservación no sólo es posible sino necesaria y Extremadura debe ser el paradigma para esta simbiosis de Sostenibilidad.

 

POR: Pensando Extremadura