15 Enero 2025
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Cuidado con este nuevo método de fraudes: no caigas en la trampa

Cuidado con este nuevo método de fraudes: no caigas en la trampa

 

El deepfake es una manipulación de imágenes, vídeos o voz mediante un software de Inteligencia Artificial a un nivel tan realista que es fácil incluso hacernos creer que la persona que estamos viendo en un vídeo es un familiar sin serlo.

 

El grado de realismo que se alcanza y la facilidad con la que se pueden generar los deepfakes los convierten en un recurso idóneo para los ciberdelincuentes. Por lo tanto, es necesario extremar las precauciones para no caer en trampas que nos pueden llegar en forma de archivos de vídeo, imagen o voz manipulados.

 

Cualquier persona puede ser el protagonista involuntario de un deepfake que busca cometer un fraude. Desde un vídeo en el que aparece un familiar solicitando dinero, a otro de un alto ejecutivo anunciando noticias falsas u otro de un personaje famoso recomendando la adquisición de un supuesto producto milagroso.

 

En este sentido, es imprescindible cuestionar el origen del contenido multimedia que podamos recibir y ser críticos, ya que los deepfakes pueden llegar a ser muy sofisticados.

 

A menudo los deepfakes se centran en el rostro de una persona, de manera que debemos sospechar si se aprecia un cuerpo desproporcionado o que no esté bien alineado.

 

Otro indicio de que estamos ante un deepfake pasa por el número de parpadeos. Es habitual que este tipo de vídeos tengan dificultades para emular el parpadeo natural de los ojos. Por lo tanto, si en la escena el protagonista apenas parpadea, es posible que estemos ante un deepfake.

 

Una tercera señal está relacionada con los detalles faciales y de la piel. Los bordes de las imágenes de los vídeos deepfake se aprecian borrosos. Además, la piel puede parecer demasiado lisa o arrugada y las expresiones faciales, poco naturales.

 

También es clave confiar en el origen del vídeo. Si el contenido procede de una fuente no verificada o de dudosa fiabilidad, debemos sospechar de inmediato.

 

La extensión es otro factor que puede ayudarnos a detectar que estamos ante un deepfake, ya que lo más habitual es que estos vídeos sean de corta duración.