Buenas noticias para la economía española: ¿qué conlleva el descenso del IPC?
Respecto al mes anterior, el Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,6 % en septiembre, recortando ocho décimas su tasa interanual. Esta bajada lo deja en un 1,5 %, su menor cifra desde marzo de 2021, cuando se encontraba en el 1,3 %, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que coinciden con los avanzados a finales del mes pasado.
Esta moderación del IPC se debe al abaratamiento de los carburantes, de la electricidad y de los paquetes turísticos, además del menor coste de los precios de los alimentos, cuya tasa interanual se redujo siete décimas, hasta el 1,8 %. Esta tasa es la menor registrada desde octubre de 2021.
El descenso del precio de los alimentos es consecuencia del abaratamiento de los aceites y grasas, así como de la reducción del coste de las frutas. Además, la subida experimentada por legumbres y hortalizas ha sido inferior a la de 2023.
Con este, el IPC encadena cuatro meses consecutivos de descenso tras las subidas que experimentó en marzo, abril y mayo, cuando alcanzó el 3,6 %. La inflación subyacente se moderó tres décimas en septiembre, hasta el 2,4 %. Así, queda nueve décimas por encima de la tasa general y su tasa más baja desde enero de 2022.
El pasado mes, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 1,7 %, siete décimas menos que en agosto. Por otro lado, los precios del vestido y calzado se incrementaron un 2,4 % por el comienzo de la temporada de otoño-invierno.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha señalado que esta reducción continuada “está permitiendo acercar la inflación de los alimentos al índice general, gracias a las medidas de apoyo adoptadas”. De esta forma, apunta, “se refleja la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la Eurozona, con un crecimiento cuatro veces superior”.
EL CHOCOLATE DISPARA SU PRECIO
En tasa interanual, lo que más ha subido de precio es el transporte marítimo de pasajeros, con un aumento del 37,1 %. El segundo elemento que más ha subido es el chocolate, con un 20,7 % de aumento, desbancando al aceite de oliva como alimento que más incrementa su precio. Le siguen los zumos de frutas (+16,2 %), el cacao en polvo (+12 %), la carne de ovino y caprino (+11,2 %). Por su parte, el aceite de oliva se ha encarecido un 10,3 % en el último año.
RESPUESTA DE USO A ESTAS CIFRAS
La Unión Sindical Obrera (USO) ve esta bajada como “irreal” y no confían en que se mantenga en octubre. “En septiembre bajó, por ejemplo, el precio del aceite, pero lo hizo solo unos días antes de terminar la bonificación del IVA”. Por ello, el sindicato espera “un efecto rebote en estos productos básicos cuya aplicación del IVA no ha sido controlada por ningún organismo”.
Desde el sindicato apuntan que esta medida “debía ser positiva, pero no se ha mostrado efectiva, pues nadie se ha hecho cargo de vigilar que los ciudadanos no perdamos dos veces: por no rebajar los precios y por ingresar menos impuestos en las arcas públicas”. Así, manifiestan que “a última hora hemos notado esa rebaja del IPC para anunciar los propios supermercados a bombo y platillo que tenían que volver a subir los precios de nuevo”.
En esta línea señalan que “han bajado algunos productos y se ha moderado el IPC, pero el conjunto de la alimentación sigue subiendo por encima de la media de inflación. Es decir, no han bajado los precios de los alimentos, sólo han subido menos que el año anterior”.
Por último, recuerdan que "para completar la tormenta perfecta, en septiembre, muy curiosamente tras terminar las vacaciones, bajaron los precios de los combustibles. Ahora, con la escalada del conflicto en Oriente Medio, empezaremos a oír que hay escasez de petróleo y que los precios se incrementarán de nuevo".
De esta forma, USO insiste en "la necesaria recuperación de los salarios. No de un mes, como este, donde puntualmente la subida media pactada ha estado por encima del IPC, sino de forma sostenida”. Por consiguiente, exigen “recuperar la cláusula de revisión salarial regalada a la patronal en la mesa del diálogo social. Por último, piden “decretar por fin la nueva jornada laboral que elevará los salarios más precarios y abrir el debate de la subida anual del SMI, para que no se aplique con el año ya empezado, como viene ocurriendo".