OPINIÓN: Gracias, Presidente
Guillermo Fernández Vara en el Congreso Regional del PSOE extremeño / Archivo 7Días
Amigo de sus amigos, los de la Farrapa y los del Largo San Francisco, los de los Paseos y los del Parque. Los de Olivenza, en general, pero también los de Extremadura en particular. Incansable en su afán de perseguir sus sueños y en hacer cumplir los de otros. Así llegó Guillermo Fernández Vara a la vida de los extremeños.
De la mano de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, entonces presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo ostentó importantes cargos de representación hasta que en el año 2007 se convirtiese en el presidente de la región.
Hace unos meses conocíamos la noticia de su enfermedad, y pese a ello, ha continuado hasta hace unos días formando parte de la vida pública de los extremeños con su escaño como diputado regional en la Asamblea. Tras su renuncia, marca un antes y un después con más de 20 años al servicio de la comunidad. Continuará su senda como senador, representando no sólo al PSOE sino también a Extremadura. Y es que, pese a la diferencia ideológica, esta tierra tiene suerte de haber contado con cuatro presidentes autonómicos que gozan de buena fe y humanidad. Lejos de las cuestiones políticas, todos y cada uno de ellos se parecen en parte a esa parte de la sociedad que un día les eligió para representarles.
Ahora que la política se ha convertido en un arma de doble filo no sólo en los Parlamentos sino también en las redes sociales, la valentía de quienes se enfrentan a diario al 'careo público' bien merece ser puesta en valor.
Con sus aciertos y sus errores, Guillermo cumplió su paso por Extremadura entregando su tiempo, aparcando su profesión y olvidando otros sueños pasados. Unos sueños en los que cuando era niño se manifestó la posibilidad de ser Periodista. Amante del fútbol, antes de finalizar sus estudios en Medicina, hizo entonces sus pinitos como comunicador deportivo en un diario local en la ciudad de Córdoba. El destino es caprichoso, y sus hijos eligieron sus profesiones, la Medicina y el Periodismo.
Hasta en tres ocasiones (2007, 2015 y 2019), consiguió convertirse en el presidente de los extremeños. Desde la plaza de la Concordia, con la tranquilidad y prudencia que le caracteriza, se puso al frente del timón.
Los socialistas despedían cariñosamente esta semana a Guillermo de la política regional, y como sucedió con Ibarra, así como con Monago, y pasará con Guardiola, una parte de la vida de los extremeños también queda impregnada del mandato de los representantes.
En los aciertos Extremedura ganó, y en los errores, la sociedad aprendió. "Uno no se puede despedir de su familia": así comenzaba su discurso en el Congreso Regional del PSOE en el que cedía el testigo al nuevo Secretario General de los socialistas, Miguel Ángel Gallardo Miranda el pasado mes de marzo.
Gracias, Presidente.