Esperan un "leve crecimiento" de la economía española el próximo año
2023 será un año difícil para las economías europeas y estará marcado por el estancamiento económico.
Los últimos datos disponibles apuntan a que la economía española no caerá en números rojos en 2022. Así lo expresó el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. La máxima autoridad del banco central cree que podemos esperar "un leve crecimiento" en el trimestre final del año, después de un tercero en el que el PIB avanzó un 0,2%. Suficiente para evitar los números rojos.
El predictor del PIB de la Airef, el vigilante independiente de las finanzas públicas, apunta en la misma línea. El modelo MIPred señala en estos momentos que el PIB avanzará un 0,5% en el trimestre final del año. Una cifra que, no obstante, es prematura, dado que la mayoría de indicadores del cuarto trimestre no se conocen todavía.
Para entender un poco mejor lo que está pasando hay que prestar atención a dos factores fundamentales: el sorprendente aguante del empleo y la no menos sorprendente caída de la inflación.
La gran sorpresa de las dos últimas crisis (la pandémica y ahora la energética) está siendo el inesperado aguante del mercado laboral, que tradicionalmente ha sido el primero en caer cuando el panorama se ponía negro. Los datos de afiliación a la Seguridad Social de los últimos meses reflejan que se sigue creando empleo, aunque el proceso se esté ralentizando. En noviembre, el dato de afiliación fue mejor que el de la media entre 2016 y 2019 y octubre de 2022 fue el tercero mejor de toda la serie histórica. Y aunque julio y agosto fueron malos en términos históricos, junio fue un mes excepcionalmente positivo. En lo que llevamos de año se han creado más de 650.000 puestos de trabajo.
La segunda variable que hay que tener en cuenta es la inflación, que ha iniciado su descenso más rápido de lo que cabía esperar hace apenas unos meses.
La bajada de la inflación ha sido posible gracias a la fuerte caída de los precios del gas desde que el pasado 26 de agosto esta materia prima marcara un récord histórico.
Aunque la situación es ahora mejor de lo que se esperaba que fuera hace tan solo unos meses, muchos de los peligros que hicieron saltar las alertas entonces no han desaparecido. Ni mucho menos. Los principales analistas institucionales y privados coinciden en que el año próximo será un año difícil para las economías europeas. Un 2023 que estará marcado por un estancamiento económico y una inflación que, si bien cederá, seguirá siendo elevada en comparación con los últimos años.
La Comisión Europea cree que la eurozona apenas crecerá un 0,3% el año próximo. De hecho, Alemania entrará en recesión (su PIB se contraerá un 0,6%, según Bruselas) y Francia (0,4%) e Italia (0,3%) apenas crecerán. La economía española, con un crecimiento previsto del 1%, saldrá algo mejor parada. No obstante, conviene recordar que España es actualmente el país más rezagado en la recuperación económica tras la pandemia.