El comercio minorista afronta un Black Friday decisivo
El comercio minorista afronta, en todo el mundo, una de sus citas más relevantes del año. Las ofertas y descuentos del Black Friday, que se prolongan durante el fin de semana hasta el tecnológico Cyber Monday, se consideran el inicio de uno de los periodos de mayor intensidad comercial, vinculado a las compras navideñas.
De acuerdo con las previsiones de Crédito y Caución, las ventas del comercio minorista se contraerán en 2022 y 2023 en la mayoría de los mercados de nuestro entorno. El crecimiento negativo de los salarios y el incremento generalizado de la inflación está provocando que los consumidores reaccionen en todo el mundo reduciendo el gasto no esencial.
A raíz de los problemas de la cadena de suministro, muchos minoristas reforzaron sus inventarios, que han alcanzado niveles récord. La principal preocupación de muchos de ellos ante la evolución del consumo es el exceso de existencias, por lo que cabe esperar algunos descuentos agresivos. Esto se traduce en mayores costes de almacenamiento, menores márgenes y un empeoramiento del riesgo crediticio.
En España, es probable que el nivel de gasto en el Black Friday sea similar al de 2021 debido al efecto de la inflación, pero en términos reales se venderán menos unidades. Los productos de mayor precio serán los que más sufran la caída del consumo.
El aumento del comercio electrónico observado durante la pandemia es ahora una tendencia estructural en España. "Desarrollar canales digitales eficaces es ahora una necesidad”, explica la Unidad de Grandes Riesgos de la compañía. Para asegurar su supervivencia a medio plazo, “los minoristas más pequeños deben especializarse y centrarse en mejorar la experiencia de compra, tanto en la tienda como online".