OPINIÓN: El 'jaque mate' del PSOE de Extremadura: sólo quedan 5 días
Gallardo y Garlito en el debate / PSOE Extremadura
El bagaje de Gallardo ha invisibilizado a Garlito durante la mayor parte del debate celebrado este lunes en la sede regional del PSOE de Extremadura. Algo que ha podido verse desde el principio.
Uno frente a otro se ha dispuesto a poner toda la carne en el asador para convencer a los militantes de que, cada uno, es merecedor de la Secretaría General del PSOE extremeño. Un partido que asiste por primera vez a una situación de este calibre sin un candidato designado previamente.
Miguel Ángel Gallardo, con un tono seguro y directo, se ha dirigido a su adversaria orgánica sin tapujos y sin titubeos. Hablando de la necesidad de no sólo modernizar el PSOE, sino también de acercarlo a la gente, ha propuesto que sea el municipalismo la herramienta clave. Frente a esto, durante el debate se ha podido observar a una Lara Garlito nerviosa y no muy segura en lo que a oratoria se refiere. Y es que en los atriles pesa la experiencia de los hechos y del combate con la palabra de alguien que desde lo local consiguió alcanzar la presidencia de la Diputación de Badajoz.
No tanto es así cuando en alusiones directas al aparato a muchos se les olvida que se presentan desde el propio aparato. Y esa polémica también ha estado servida en un debate en el que María Guardiola ha aparecido más veces de las que debiera. Tanto es así que la moderadora del mismo, ha insistido en que el diálogo era para hablar del PSOE, invitando a los candidatos a centrarse en los bloques y a conversar entre ellos.
Haciendo un balance del conjunto, quien se haya conectado a las intervenciones sin conocer el pasado de los candidatos socialistas habrá podido observar que de un lado partían propuestas claras y concisas y de otro un programa algo más vacío. Uno de los puntos controvertidos ha sido la propuesta de Garlito de crear órganos comarcales para decidir en conjunto. En este sentido, Gallardo comentaba que podrían llegar a duplicarse los órganos al existir ya dos Ejecutivas Provinciales.
De lo que no hay duda es de que si el PSOE quiere recuperar Extremadura debe abandonar los discursos vacíos de contenido y centrarse en lo que al ciudadano le importa. Y no serán las caras lo que importe, pero sí la valentía. Aludía Garlito a la necesidad de la formación y la preparación, de “un PSOE para nuestro tiempo”, mientras que Gallardo hacía referencia a no dejar escapar la fuga de talento joven.
Uno, frente a sus espaldas, si logra la Secretaría General del PSOE dejará 20 años de municipalismo, mayorías absolutas y la alcaldía de su pueblo. Y la otra candidata, gane o pierda, hará frente a la oposición desde la Vicepresidencia de la Asamblea de Extremadura como diputada electa. Precisamente, lista de la Asamblea en la que Miguel Ángel Gallardo también fue candidato, pero no alcanzó el escaño. Para que eso sucediera en esta legislatura tendrían que ser dos los socialistas que deberían dimitir para ceder paso al de Villanueva.
Todo está por ver, pero las cartas ya están sobre la mesa. Con libertad, los socialistas decidirán en tan solo cinco días.