El sector del hormigón preocupado por la incertidumbre económica
La Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (ANEFHOP) espera que el sector siga creciendo en torno a un 4-5% este año. Así lo ha señalado durante la Asamblea Anual Ordinaria.
Una jornada que ha estado marcada por la incertidumbre generada en los primeros meses de 2022 y en la que se ha debatido las consecuencias que han podido tener en la producción del hormigón y en la construcción los incrementos de costes, la huelga nacional de transportistas o el inicio de la guerra de Ucrania.
“Una vez más, como sector, tendremos que adaptarnos mediante nuevas formas de trabajo a las circunstancias que nos está tocando vivir. Pero lo afrontamos con optimismo ante los planes de inversión que están en marcha, los Fondos Europeos y las licitaciones previstas que mantienen la tendencia de crecimiento al alza”, ha reconocido Carlos Raich, presidente de ANEFHOP durante la apertura institucional del acto junto a Antonio Garamendi, presidente de la CEOE.
“El hormigón es esencial en nuestra economía y es un sector que hay que definir como una industria que, además, a pesar de las muchas dificultades, en los datos vemos cómo está creciendo”, ha afirmado Antonio Garamendi, que ha añadido que “las perspectivas para la economía española siguen sometidas a una gran incertidumbre, pero, a pesar de la coyuntura, el sector está haciendo los deberes y se está modernizando, anclándose en uno de los pilares que va a ser clave como es la sostenibilidad”.
La sostenibilidad, clave en el desarrollo del sector
El nuevo Código Estructural y el nivel de implementación de la Instrucción Técnica de Control de Producción fueron otros dos de los aspectos clave que se pusieron en relieve como factores determinantes para el futuro del sector.
Carlos Peraita, director general de la Asociación, realizó un análisis de los datos del sector destacando el cierre de 2021 con un crecimiento de la producción de un 13,1% y la implementación del certificado de la instrucción técnica de control en todas las plantas asociadas. “Aunque el 100% de las plantas están certificadas, sabemos que todavía queda un largo camino por recorrer para garantizar su cumplimiento. Además, somos conscientes de la fuerte evolución normativa que va a venir procedente de Europa en los próximos años, en su mayoría relacionado con la sostenibilidad”, ha apuntado.
La reducción de la huella de CO2 y el cuidado del medioambiente, mediante la medición de la DAP sectorial, son objetivos prioritarios para el desarrollo del sector. “Va a ser necesario ajustarse a las producciones reales actuales y futuras, adaptando los modelos de negocio y renovando las plantas si queremos converger con las cifras europeas”, ha añadido Carlos Peraita.