Emotivo Pregón del Costalero: “A vuestro servicio queda mi persona”
En un emotivo acto, las luces del teatro se han enmudecido este domingo, dejando paso al escenario del teatro López de Ayala, y la marcha La Saeta ejecutada por la Agrupación Musical Santísimo Cristo Rey, que ha llenado el espacio con su sonido procesional. A continuación, el joven Francisco Javier Cerezo Acosta hizo los honores de presentar a su padre, Francisco T. Cerezo Vacas, Pregonero del XXIX Pregón del Costalero.
Agradecimientos a las autoridades civiles, eclesiásticas y militares, Agrupación de Cofradías y Hermandades, Hermanos y Hermanas mayores, Asociación de Costaleros y Capataces y al fin, a todos los presentes, y el pregonero quiso empezar con un rotundo “yo, que no soy costalero, que no sé lo que es poner el corazón en la cerviz o en el llamador, cuando caen los kilos sobre el cuerpo”, precisamente ese, que no es costalero “soy hoy vuestro pregonero”, y “a vuestro servicio queda mi persona” para dar paso a esta “chicotá de palabras.” Con esas palabras quiso demostrar su agradecimiento por haber sido designado para tal honor, y así empezó todo ante el silencio y la atención del público, dirigiéndose especialmente a los costaleros y costaleras y declarándose “¡vuestro orgulloso pregonero!” Fue todo un alegato a favor de ellos y un reconocimiento de su devoción y sacrificio en una “chicotá eterna”, en una “catequesis del amor del Padre Eterno,” en cada Semana Santa de Badajoz.
Pero el costalero y la costalera pertenece a la vida de las cofradías y a ellas dedico sus siguientes palabras y, en especial a ese “discreto grupo de mujeres” que tienen el privilegio y la responsabilidad del “trato más íntimo con nuestras imágenes titulares”, mujeres camareras o simplemente “mujeres de la Virgen”, esas mujeres que “cara a cara con la Virgen, en el refugio de la sacristía, sus lamentos le van susurrando, a modo de secreta letanía." Y también quiso recordar su infancia, de momentos cofrades que lo fueron llenando al contemplar en su memoria la “estrechez de la calle para que el drama bellísimo de un anguloso brazo inerte se abriera paso en su caminar hasta la Plaza de España”, en el paso racheado de San Andrés, del “Cristo del Descendimiento, Señor del quebranto.”
En un poemario lleno de pasión y devoción, el pregonero fue desgranando, finalmente, cada verso pasional con la ciudad de Badajoz de fondo y acariciado por el Guadiana, con el resplandor que “rompe la noche temblando en la negra madrugada” y con la “¡blanca Autora de Alegría!”, proclamando que son solo “siete días de vísperas” para que se oiga finalmente la inconfundible voz entre el silencio, del capataz que ordena “¡costaleros, vamos al palo!” que “Badajoz abre las puertas para el Rey de la Gloria”, que “¡una nueva Semana Santa está llegando!”. Y el Teatro López de Ayala rompió en un unísono y clamoroso aplauso, emotivo y devocional.
Este ha sido, en este breve espacio, el Pregón del Costalero, y este el que, aunque se declare que no es costalero, ha sido el que ha anunciado que una nueva Semana Santa llega y que los costaleros y costaleras, a la voz de “vamos al palo” ya ha empezado en el corazón de todos los pacenses, este ha sido el pregonero Francisco T. Cerezo Vacas, Pregonero del XXIX Pregón del Costalero.