Impacto en bitcoin de una guerra inesperada
Los acontecimientos de las últimas semanas han sacudido a los mercados con una fuerte volatilidad de la que tampoco han conseguido evadirse las criptomonedas, y si bien durante los primeros días de la guerra Bitcoin subía por encima de los 44.000 dólares, rápidamente cayó hasta los 38.000 dólares, volvió a subir, a caer y finalmente termina el mes de marzo de nuevo por encima de los 44.000 dólares, en lo que algunos ya denominan el final de un corto criptoinvierno.
¿Horas bajas para Bitcoin o retorno alcista?
El año no ha empezado de la mejor manera para Bitcoin, pues la criptomoneda sigue un comportamiento similar al del resto de las acciones en bolsa desde el comienzo del conflicto armado y en su momento más bajo de marzo el precio de bitcoin habría perdido más de un 30% con respecto a diciembre del 2021, pero como la incertidumbre reinante en el mercado provoca constantes fluctuaciones es difícil predecir si la tendencia en el medio e incluso corto plazo será alcista o bajista.
Y es que, según la opinión de algunos analistas, Bitcoin se encontraría en un punto extremo de sobreventa a la baja, pese a las fases de acumulación -que también se han producido a lo largo de este período- desde el inicio del conflicto y al parecer la liquidación por parte de los holders podría haber llegado a su fin, si es que no se da un nuevo e inesperado conflicto político, lo que podría significar un cambio de tendencia en sentido alcista.
La tendencia bajista podría haberse instalado en el mercado por unas semanas, a la espera de la aparición de nuevas señales de demanda. A pesar de ello, aún podrían darse mínimos todavía más bajos antes de vislumbrar el inicio de un nuevo ciclo alcista en el precio de Bitcoin.
Lo cierto es que la criptomoneda se muestra muy sensible al desarrollo de los acontecimientos referentes a la invasión de Ucrania. Así lo confirma el breve pero notable impulso al alza que experimentó tras los comentarios que el presidente ruso manifestaba, refiriéndose a cambios positivos en la situación con respecto a Ucrania, durante una reunión con el presidente bielorruso Aleksander Lukashenko.
Más resistente que en la pandemia
Aún a pesar de la situación, los analistas ponen de manifiesto que Bitcoin está padeciendo, es cierto, pero mirando y analizando la situación con perspectiva, afirman que la volatilidad es más baja que la acontecida durante los eventos de marzo y abril del pasado 2020, durante la pandemia. Y los precios se mueven en los niveles en los que ya se situaba antes del inicio del conflicto armado.
Criptomonedas con patrón oro
No obstante, ante los conflictos, la incertidumbre y la inestabilidad en los mercados, los inversores siempre buscan la seguridad. No es diferente en el ecosistema de las criptomonedas, donde los inversores han hallado la ansiada seguridad en las criptomonedas respaldadas por oro.
Y lo cierto es que estos tokens cuentan con un incremento de su capitalización de mercado, con respecto al mismo período en el 2021, de un 60% en lo que llevamos de año, con lo que ha conseguido superar, por primera vez, los mil millones de dólares.
El vínculo con un activo físico hace que tokens como PAX Gold y Tether Gold sean, en teoría, menos sensibles a las fluctuaciones que experimentan el resto de las criptomonedas.
Criptomonedas y sanciones
Una de las mayores preocupaciones en lo referente al efecto de las sanciones impuestas a Rusia -y uno de los puntos que EEUU quiere observar rigurosamente- es la posible salida que las criptomonedas podrían representar para que Rusia lograra esquivar dichas sanciones. Y es por ello que la Oficina de Control de Activos Extranjeros -OFAC-, ha facilitado una guía para que sus ciudadanos y empresas eviten las transacciones vetadas.
Del mismo modo, la Unión Europea también está estrechando el cerco a Rusia incluyendo las criptos dentro de los activos sancionados. Y es que, desde la invasión de Crimea, cuando ya se impusieron sanciones a Rusia, los oligarcas rusos y multitud de empresas ya utilizaban las criptomonedas para eludir las sanciones impuestas.
Aun y con todo, lo cierto es que las criptomonedas podrían suponer un alivio para que los oligarcas se libren de las sanciones, sin embargo, no serían útiles para que el estado evitase la depreciación del rublo.
El nuevo desafío para la industria de las criptomonedas, en medio de esta guerra, pasa por resolver el debate que representa la descentralización inherente a las criptomonedas, frente al control y centralización que la actual crisis humanitaria enfrenta si Rusia consigue evadir las sanciones a través de las criptomonedas.