La falta de componentes y microchips golpea duramente al sector de la automoción

La falta de componentes y microchips está golpeando duramente al sector de la automoción. Su escasez ha sido la principal razón de la caída en la fabricación y venta, que se prolonga ya desde finales de 2020, y los centros de producción se están viendo obligados a retrasar la fabricación y a efectuar medidas especiales como la suspensión temporal de las líneas de producción hasta que la falta de semiconductores se vea resuelta.

Las previsiones no son nada halagüeñas y no se recuperará la estabilidad hasta mediados de 2022, cuando se espera que la producción de estos semiconductores crezca más de un 10%.

Esta ya se puede denominar como una de las crisis más grandes de abastecimiento a la que se ha expuesto esta industria. Entre 10 y 11 meses están teniendo que esperar los nuevos compradores a la hora de adquirir un coche nuevo.

No obstante ser flexibles a la hora de decidir qué marca y modelos elegir puede ser crucial para disponer de coche en un menor periodo de tiempo, pues esta situación no es igual en todas las marcas y proveedores.