Los concesionarios extremeños mantuvieron el empleo en 2021
Los concesionarios oficiales de Extremadura lograron mantener el empleo el pasado ejercicio, pese al fuerte impacto que tuvo sobre el mercado la crisis de los semiconductores y a las recaídas en la situación sanitaria.
En concreto, el sector cerró 2021 con 1.899 puestos de trabajo, frente a los 1.903 de 2020, según los datos de cierre del ejercicio presentados hoy por Faconauto en un encuentro con la prensa previo a la celebración de su Congreso & Expo, los próximos días 2 y 3 de marzo.
La falta de stock en los concesionarios y la caída en las matriculaciones explica, sin embargo, la caída del 1,2% que experimentó su negocio en la región, cerrando 2021 con una facturación de 591 millones de euros. Por áreas de actividad, la que más sufrió en la comunidad fue la de vehículo nuevo, con un retroceso en su facturación del 12,7%, mientras que las otras dos grandes áreas, la posventa y el vehículo de ocasión, crecieron un 13% y un 9,1%, respectivamente, recuperando niveles previos a la pandemia.
A nivel nacional, la falta de stock en los concesionarios y la caída en las matriculaciones no ha repercutido en una caída de su negocio, ya que cerraron 2021 con una facturación de 36.163 millones de euros (+0,7%), una cifra muy parecida a la del año anterior.
Por áreas de actividad, sin embargo, la que más sufrió fue la de vehículo nuevo, con un retroceso en su facturación del 5,4 %, mientras que las otras dos grandes áreas, la posventa y el vehículo de ocasión, crecieron un 13% y un 11%, respetivamente, recuperando niveles previos a la pandemia. “Pese a haber sido un año muy malo en ventas, los concesionarios hemos vuelto a demostrar que somos empresas fuertes y solventes, enfocadas en crear riqueza, actividad y en proteger el empleo.
En el proceso de cambio que está experimentando el sector, si se dan los pasos correctos, los concesionarios estaremos en disposición de contratar en los próximos años intensivamente nuevos perfiles profesionales y también de acelerar la capacitación de nuestros empleados alrededor de tres palancas: nuevos modelos de movilidad, la electrificación del parque y la propia transformación de la red de distribución”, ha dicho el presidente de la compañía Gerardo Pérez.
En cualquier caso, la evolución del empleo en la automoción dependerá, en buena medida, de un mercado robusto y de que se aborden las reformas estructurales pendientes, como son la creación de un nuevo marco que garantice la seguridad jurídica del sector y avanzar hacia una nueva fiscalidad. Sobre la seguridad jurídica del sector, Gerardo Pérez ha recordado que “los concesionarios son empresarios dispuestos a invertir allí donde hay un futuro y una oportunidad, pero actualmente la inseguridad que viven en temas clave dificulta la continuidad de esas inversiones. Y pongo sólo un ejemplo: las ventas directas hechas por los fabricantes impactan directamente en los resultados de los concesionarios, por eso no basta con que las marcas digan que los concesionarios somos sus socios prioritarios; tienen que demostrarlo llegando a consensos y colaborando con sus redes para acordar un límite en esas ventas directas”.
Faconauto considera ya urgente un cambio en la fiscalidad del sector, porque es el modo más útil de fomentar la renovación del parque, incentivar la demanda y dinamizar el mercado. Al mismo tiempo, puede ser la mejor herramienta para acelerar la descarbonización de la movilidad, dado el retraso que arrastra nuestro país. Sobre descarbonización, la organización empresarial ha indicado que, sin la participación de todas las tecnologías, sin un mercado fuerte, será imposible que se cumpla el objetivo establecido por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima de que haya 3 millones de vehículos eléctricos circulando por nuestras carreteras. En 2030, en concreto, según sus previsiones, en el mejor de los escenarios, con una evolución del mercado normal, sólo habrá 1,2 millones de vehículos eléctricos dentro de ocho años en España.
Finalmente, muestran su preocupación por la evolución del mercado y por la posibilidad de que se “cronifiquen” niveles tan bajos de matriculación en nuestro país si no hay un cambio de tendencia, que está lejos de producirse este año, ya que, tras el mal comienzo que ha tenido, la previsión es que las ventas vuelvan a quedar por debajo de las 900.000 unidades, lo que comprometería el empleo.