Los peligros de TikTok en los jóvenes: la importancia de la salud mental en el uso de las redes
Hasta uno de cada cinco jóvenes españoles pasan más de dos horas al día en TikTok y superan el umbral recomendado en el uso de las redes sociales, a partir del cual puede aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud mental. La proporción de chicas que se encuentran por encima de este umbral de riesgo (24,37 %) es claramente superior a la de chicos (15,45 %). Así lo indica un estudio en el que ha participado la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) con la Universidad Pompeu Fabra (UPF), publicado en abierto recientemente en la revista Nature.
Si bien estudios previos ya habían analizado el impacto de las redes sociales en general sobre la salud mental de los jóvenes, esta investigación es pionera en el análisis de los efectos específicos de TikTok sobre el bienestar digital de los adolescentes. TikTok presenta particularidades específicas en relación con otras redes —como Instagram, X o Facebook—, especialmente porque fomenta un consumo más pasivo de vídeos y una menor interacción entre usuarios. Además, es la red social más popular entre los jóvenes de todo el mundo, especialmente en España, el estado donde la utiliza un mayor porcentaje de adolescentes.
“Cuanto más tiempo pasan los jóvenes en TikTok, menos capacidad tienen para establecer límites en sus tiempos de conexión en la app”
Para este estudio, se ha llevado a cabo una encuesta a más de 1.000 jóvenes de todo el Estado español de entre 12 y 18 años para examinar el tiempo que destinan a TikTok y los tipos de contenidos. También se ha evaluado la percepción que tienen de su propio bienestar digital. Se entiende como "bienestar digital" el estado de equilibrio óptimo entre el tiempo de conexión y el bienestar cognitivo y emocional. En este estudio se han medido tres variables en relación con el bienestar digital: la autocapacidad de los jóvenes de establecer límites en el tiempo de conexión; la de generar conexiones sociales y comunidad; y la propia capacidad de resiliencia emocional.
Por parte de la UOC, participa en esta investigación Mireia Montaña, del grupo Aprendizajes, Medios y Entretenimiento (GAME), de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación, junto con Mònika Jiménez, del grupo Communication, Advertising, and Society (CAS), del Departamento de Comunicación de la UPF, y Clara Virós, también de la UPF.
Más de la mitad de los jóvenes pasa más de una hora al día en TikTok
En cuanto al tiempo destinado a TikTok, la investigación constata que más de la mitad de los jóvenes encuestados —el 53,19 %— pasan más de una hora al día en la aplicación, mientras que el 35,28 % están en ella más de una hora y media, y el 20,22 % pasan en la aplicación más de dos horas, un porcentaje que es significativamente superior en el caso de las chicas en este último caso —el 24,37 %. En este sentido, varios estudios previos han constatado que el hecho de usar las redes sociales durante más de dos horas al día está asociado a una baja autoestima en cuanto a la imagen corporal, una percepción negativa de la propia salud mental o un incremento del riesgo de estrés psicológico o de ideas suicidas.
El tiempo de consumo de los jóvenes en TikTok contrasta con la autopercepción del nivel de bienestar digital que tienen, que en general es positivo. En una escala del 1 al 5, puntúan su capacidad para fijar límites al tiempo de consumo con un 3,22; su resiliencia emocional ante los contenidos vistos, con un 3,31; y la capacidad de generar conexiones sociales y comunidad, con un 3,64.
Cuanto más tiempo, menor capacidad para establecer límites
Mònika Jiménez advierte que "cuanto más tiempo pasan los jóvenes en TikTok, menos capacidad tienen para establecer límites en sus tiempos de conexión en la app". Los jóvenes que pasan más de dos horas al día en TikTok puntúan su capacidad de fijar límites con un 2,93 sobre 5, mientras que los que le dedican entre media hora y una hora la valoran con un 3,33. Más alta es la capacidad de poner límites de quienes pasan en la aplicación entre 11 minutos y media hora (3,47), o de quienes le dedican menos de 10 minutos (3,53).
Persistencia de los roles tradicionales de género
La investigación también revela diferencias significativas en los tipos de contenido consumido en TikTok por chicos y chicas adolescentes, como explica Mireia Montaña. "Los chicos están predominantemente interesados en contenidos de videojuegos y deportes profesionales, mientras que las chicas tienden a consumir más contenidos de belleza y moda, con lo que se muestra una persistencia de los roles tradicionales de género en las preferencias de consumo digital".
En cuanto al tipo de contenido consumido, los jóvenes encuestados han puntuado del 1 al 5 la frecuencia con la que ven vídeos de distintos tipos —donde 1 es nunca y, 5, siempre. Más allá de los vídeos cómicos y musicales, que se sitúan entre los tres más vistos por ambos sexos, el resto de contenidos más consumidos por chicos y chicas son distintos. En el caso de las chicas, los cinco contenidos más vistos son: comedia (3,24), música (3,22), moda (3,02), belleza (3) y baile o personas haciendo playback (2,88). En el caso de los chicos, son comedia (3,50), videojuegos (3,19), música (3,06), deportes profesionales (3,01) y noticias de influencers o de streamers (2,92).
El bienestar digital de los jóvenes no pasa solo por el control parental
Ante esta situación, el estudio considera que las medidas para mejorar el bienestar digital de los jóvenes no pueden limitarse al control parental de la aplicación o a la desconexión digital. También hacen falta programas educativos para promover hábitos digitales saludables entre los jóvenes y para dotar a sus familias de más estrategias de acompañamiento para hacerlo posible, con perspectiva de género. El estudio alerta de que las medidas restrictivas indiscriminadas no funcionan, y de que hay que fomentar que cada joven mantenga un nivel de consumo moderado de las redes sociales, que se adecue a sus intereses y necesidades. También insiste en que habría que valorar la realización de auditorías regulares de los algoritmos de redes como TikTok para evitar sus potenciales efectos adictivos.