8 Septiembre 2024
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OPINIÓN: Extremadura no necesita "un Ave que atraviese la región a cualquier precio"

OPINIÓN: Extremadura no necesita "un Ave enloquecido que atraviese la región a cualquier precio"

 

Estamos asistiendo a una época de múltiples transiciones que, de no hacerlas con la debida participación, cuidado y respeto social, ambiental y económico, nos está llevando a graves deterioros para nuestra salud, no solo física y comunitaria, sino también mental.

 

¿Acaso un proyecto de una nueva línea electrificada y con servicios de altas prestaciones ferroviarias para Extremadura, revindicado hace más de 40 años, pone en peligro, a la población morala, para todo el siglo?

 

El malestar es cada día más creciente en toda la ciudadanía, en los que nos visitan a diario, y ya es un sentir generalizado en la gente de las comarcas vecinas. Navalmoral de la Mata no se merece encerrarla para siempre. Y aunque tal situación tiene responsables políticos con nombres y apellidos, esperamos que reconozcan y rectifiquen ante el Ministerio -del cual depende el proyecto en ejecución- y ante el actual ministro Óscar Puente, al menos para explicarle cómo vivimos en las ciudades medias, pequeñas y pueblos de Extremadura.

 

Posiblemente un ministro no conozca la ciudad salvo en un mapa, como un punto tan minúsculo que apenas se aprecia, pero los que son responsables de las instituciones públicas en la región, sí deben explicar la manera de ocupación del habitar urbano en Extremadura. De la geografía humana que hace tener un millón de habitantes en un territorio inmenso con 388 poblaciones. De las luchas sociales en cada población extremeña en defensa de los servicios sociales, de educación y sanidad, que no quieren emigrar nuevamente, que se sigue negando a crear una gran ciudad. De todos los movimientos sociales que exigen un tren mallado que vertebre el territorio, no un Ave que atraviese la región a cualquier precio.

 

Sí, el tren es un derecho a mejorar.  El tren, los diferentes servicios que ofrece, es un servicio público tan esencial y necesario como los demás, una vez hemos obtenido la vivienda y la alimentación adecuada.  Hemos sido la única región de todo el país sin tren electrificado, con promesas de “no os preocupéis ya os llegará algún día”, pero precisamente cuando estamos en ello, parece que nos da igual como se haga con tal de que se haga lo más deprisa posible.

 

Y eso es lo que seguimos exigiendo desde Navalmoral de la Mata, con informes y estudios que reconocen que la única solución donde la inversión tan enorme de 100 millones de euros solo debería ir para soterrar apenas 1,5 kilómetros. Incluso la propia Adif así lo reconoció, pero no el ministro Ábalos, al que no supieron los diputados extremeños explicar lo trascendental de tal decisión.

 

Cierto que la obra está ya en ejecución, se trata de un tramo de apenas 7 kilómetros (tramo Arroyo Santa Maria- Navalmoral de la Mata) donde solo 3 kilómetros son los afectados por una modificación del proyecto (del puente de San Isidro al puente de la Parrilla). Un proyecto que en su parte más urbana, no tiene definido adecuadamente cómo ejecutar los túneles para vehículos y peatones (paso a nivel del Moya, Plazoleta Miguel Alfonso, Parque municipal) y que está causando múltiples averías, y denuncias vecinales, de la plataforma cívica no al muro y del propio ayuntamiento.

 

La línea que pasa por la ciudad de Navalmoral pertenece a la denominada Madrid (Toledo) - Badajoz (Lisboa), por donde pasarán trenes rápidos de viajeros y mercancías. Trenes de altas prestaciones que pararán en todas las estaciones del recorrido y que hasta el año 2032 (quizá el 2035 acaba de señalar el comisionado del corredor atlántico, Jose Antonio Sebastián) no estará disponible en toda su extensión. Plazo más que razonable para el soterramiento, que, con 5 años de estudios hidrogeológicos, de nuevo impacto ambiental y de su ejecución, se podría tener para el año 2030.

 

Y resulta que todavía hay tiempo para ello si la movilización social sigue activa como lo ha sido hasta ahora, una de las más importantes de la región en defensa de un tren que debe jugar un papel central en la lucha climática también desde el ámbito urbano.

 

La ciudadanía morala sigue pidiendo que tanto el consejero de Transportes como el actual alcalde de Navalmoral, conjuntamente, se hagan valer políticamente en defensa de los que representan. Es de una urgencia tan tremenda que por esa razón la Plataforma no al muro, soterramiento ya, ha convocado una nueva manifestación multitudinaria, Y es de una urgencia extrema.

 

¿Para qué la nueva manifestación del día 16 de mayo?

 

El muro urbano tiene cinco principales intenciones:

  • Generar un modelo injusto en el preciso momento que el Expacio industrial regional en la ciudad se pone en funcionamiento.
  • Imponer un modelo desigual como nunca ha sido capaz de aportar tan negativamente el tren en Navalmoral, y comarcas, a lo largo de toda su historia.
  • Destruir el modelo peatonal, penoso hasta ahora con las vallas actuales y solo dos pasos a nivel, pero que el muro definitivamente aniquilará.
  • Potenciar el automóvil individual que el muro de una manera funesta traerá precisamente en una situación de emergencia climática y energética obligando a un uso más limitado.
  • Cercenar el modelo ciclista que el muro impedirá de una manera fácil y segura, dejando al mallado de bicis urbano en una situación incómoda y de limitado uso.

 

La integración urbana tiene cuatro principales objetivos:

  • Urbanizar y ganar el espacio por el soterramiento y el cubrimiento del ferrocarril.
  • Generar un nuevo bulevar lineal que servirá para dar continuidad comercial y de servicios a la fluidez del tráfico que accede desde las comarcas del norte de la ciudad.
  • Mejorar la permeabilidad transversal entre los barrios separados por el ferrocarril con las vallas actuales.
  • Incrementar las zonas verdes, permitiendo renaturalizar el ámbito liberado por el soterramiento creando un gran espacio nuevo con nuevas relaciones sociales de distensión, culturales y festivas.
  • Contribuir a la reducción de la contaminación atmosférica, a la reducción de la contaminación acústica y a la reducción de los efectos de la isla de calor.

 

¿Es que lo de tener ciudades más habitables a fin de prevenir la emergencia climática, y sus repercusiones sociales y económicas, no le afecta a Navalmoral de la Mata? Y precisamente el integrar el ferrocarril en las ciudades por donde pasa es uno de los principales objetivos del ministerio. ¿Nos consideran tan minúsculos y sin importancia que nunca nos va a tener en cuenta? Al menos que la memoria no nos falle y el olvido tampoco.