¿Qué hacer ante un golpe de calor?

En lo que ha transcurrido de verano se han producido ya cuatro olas de calor. Por ello, es conveniente tener en cuenta una serie de consejos para paliar el efecto de este fenómeno en la salud.

En esos momentos es importante reducir los esfuerzos físicos ya que el ejercicio intenso incrementa la demanda de oxígeno y la producción de calor en el cuerpo, pudiendo incrementarse los síntomas de enfermedades respiratorias y fatiga. Teniendo en cuenta que el aire caliente es más difícil de respirar, el riesgo de deshidratación y agotamiento por calor aparecen de manera más recurrente. Por lo tanto, disminuir la actividad física en estas condiciones posibilita una respiración más controlada.

También es imprescindible proteger el hogar del calor. Por ello hay que preservar el hogar fresco para mitigar los efectos de las altas temperaturas. Se pueden instalar cortinas o persianas para bloquear la luz solar directa, así como optar por colores claros en las paredes y techos.

El uso de humificadores también es muy útil ya que el aire seco, común durante las olas de calor, irrita las vías respiratorias y agrava los síntomas del calor en general. Estos objetos aportan una humedad relativa confortable, haciendo más fácil la respiración y reduciendo la irritación de las mucosas.

SÍNTOMAS CORPORALES ANTE UN GOLPE DE CALOR

El aumento de la temperatura corporal (mayor a 39º C), tener piel seca, sentir agotamiento, dificultad para respirar, mareos, confusión o palpitaciones son características comunes ante posibles golpes de calor. En este caso, es imprescindible recibir asistencia médica.