10 Enero 2025
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OPINIÓN: Amor infinito, agradecimiento eterno

Hijos de Filomena Díaz Rivero

22 de Noviembre de 2023

OPINIÓN: Amor infinito, agradecimiento eterno

 

Hace algo más de cuatro años que nuestra madre, Filomena Díaz Rivero, entraba a formar parte de su otra familia, esa otra familia que ha tenido en la Residencia de los Ancianos Desamparados de Badajoz hasta el pasado sábado, día que nos ha dejado cuando estaba a punto de cumplir los 88 años de edad.

 

Con estas líneas queremos trasladar nuestro agradecimiento eterno a todo el personal de referida residencia, a las Hermanas Religiosas, médicos, enfermeras, auxiliares, trabajadoras sociales, recepcionistas, cuidadores, personas voluntarias, personal de limpieza y al resto de trabajadores y trabajadoras, queremos destacar su gran labor profesional, humanitaria y de gran vocación.

 

Nuestra madre, en palabras propias, desde los primeros momentos que estuvo viviendo en el centro y que por aquél entonces su salud era otra, resaltaba lo bien que la trataban y la limpieza que había en la residencia.

 

No tenemos palabras para transmitir tanto agradecimiento por la atención tan especial que ha recibido nuestra madre, un trato de lo más humano, que llegaba al corazón de sus hijas, hijo, nietos y resto de familiares cada vez que la visitábamos y éramos testigos del amor, cariño y buen hacer que se le daba.

 

Nuestra madre fue una persona que con nadie tuvo nunca una mala palabra ni un mal gesto, cosa que estamos seguros que hizo más fácil recibir ese trato por parte del personal anteriormente citado y por el resto de residentes.

 

Con nuestra experiencia, queremos trasladar a responsables políticos, responsables públicos y a la sociedad en general el gran trabajo que desarrolla esta comunidad de religiosas y poner en valor su vocación y amor al prójimo, el cual, desde la más absoluta humildad tienen un único y a la vez gran objetivo, dar amor y las mejores condiciones de vida a nuestros mayores que allí residen.

 

La familia Valencia Díaz estará eternamente agradecida a todas y cada una de las personas que a nuestra madre y abuela cuidaron durante estos últimos cuatro años y tres meses en la Residencia de los Ancianos Desamparados, al igual que ella, desde la fe que nunca perdió, estará igualmente agradecida con todas estas personas desde allí donde está.

 

María de la Soledad, Manuela, Carmen, Lucía y Serviliano Valencia Díaz.